Como un ente radiactivo dentro de la comunidad financiera internacional sería considerada PDVSA si la petrolera estatal no aclara su rol en las operaciones sospechosas de más de $4 mil millones en el banco BPA (Banca Privada de Andorra) denunciadas por el Departamento del Tesoro de EEUU esta semana.
Las graves acusaciones sobre lavado de dinero proveniente de la corrupción que señala el informe de la Red de Investigaciones de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (Fincen) están a punto de ocasionar el cierre de la entidad financiera pirinea y sus sucursales en Madrid y Panamá y han colocado a Pdvsa como una empresa de alto riesgo para el sistema financiero mundial. Ello podría producir la negativa de bancos, casas de bolsa, aseguradoras y similares, a realizar operaciones con la principal empresa pública venezolana, sostén de la precaria economía del país.
La intervención de BPA y otros casos relacionados que pudieran surgir, afectaría a importantes sectores de la banca internacional ya que esta entidad, acusada de lavar dinero proveniente de diversos delitos, mantenía cuentas corresponsales con Bank of America, Citibank , HSBC y Deutsche Bank .
Este viernes, Economía Digital señaló que los delitos asociados al caso podrían ser más graves aún. Según el medio español, “EEUU se habría decidido a actuar a traves del Fincen al encontrar que directivos de BPA, utilizando la red financiera de la entidad (con ramificaciones en España, Suiza, Luxemburgo, Panamá y Uruguay), recibía, amparaba y canalizaba ingentes cantidades de dinero procedentes de focos activos de financiación del yihadismo”
Venezuela ha sido señalada repetidamente – más no de manera oficial, aún – de haberse convertido en una pieza importante de la red establecida por Irán y el Hezbolá para legitimar sus fondos. Expertos consultados por el Miami Herald señalan que “se han detectado ciertas cuentas binacionales, entre Irán y Venezuela, vinculadas con contratos energéticos, que han estado siendo usadas para este fin”.
Luego de las multimillonarias multas que las autoridades estadounidenses han aplicado a importantes bancos en los ultimos años por facilitar el lavado de dinero de la delincuencia organizada transnacional y el financiamiento del terrorismo – como la de hoy al Commerzbank por $1.450 millones- nadie en la comunidad financiera internacional desea verse relacionado con personas, instituciones, empresas o paises colocados bajo la lupa de EEUU.
A pesar del escándalo internacional, Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa en el momento de las operaciones sospechosas realizadas a través de BPA, sigue sin decir nada al respecto y Pdvsa, sin aclarar su rol en la grave denuncia.