CCD Exclusiva | El caso de sobornos de la transnacional de la construcción brasileña Odebrecht ya es calificada por expertos como «el mayor caso de corrupción de la historia de Latinoamérica, y quizás del mundo».
Destapado hace dos años, dentro de la investigación que sobre Petrobras abrió la justicia de Brasil, la información sobre el qué, el cuánto, el cómo, y sobre todo, el quiénes, ha salido a cuentagotas. La parte más escandalosa se sabría hace menos de un mes a raíz de la publicación del acuerdo alcanzado entre Odebrecht S.A. y su unidad petroquímica, Braskem S.A., con autoridades de EEUU, Brasil y Suiza. La trasnacional brasileña se declaró culpable de pagar sobornos a cambio de contratos en varios países y aceptó cancelar una multa de 3.500 millones de dólares. Se trata de “la mayor penalidad mundial por soborno internacional”, según el Departamento de Justicia de EEUU (DOJ).
Si bien el caso comenzó con la apertura de una averiguación a Petrobras en Brasil (Lava Jato) y continuó con investigaciones sobre el movimiento de dinero de los sobornos en dólares en EEUU y Suiza, fue en este último país donde se realizó el principal hallazgo. A petición de la fiscalía brasileña , un equipo encabezado por el fiscal Stefan Lenz abrió una indagación sobre cuentas bancarias suizas relacionadas con Odebrecht y la trama de sobornos.
La punta de iceberg: Una transacción por 7.000 dólares
Irónicamente en un caso de miles de millones de dólares, fue una pequeña transacción de 7.000 dólares la que condujo al que puede ser el mayor hallazgo de datos en una investigación de corrupción: Seis Terabytes (TB) de información de las transacciones de Odebrecht desde 1990. Se trata de una base de datos tres veces mayor que la de papeles de Panamá (2.6 TB).
La transferencia bancaria que detectó la fiscalía suiza venía justificada como el pago por servicios de hosting por parte de Odebrecht a la empresa Safe Host radicada en Ginebra, según pudo conocer CuentasClarasDigital. A través del software desarrollado por Odebrecht denominado MyWebDay, utilizado para gestionar la contabilidad de las empresas del grupo, pero sobre todo la contabilidad paralela en cuanto al movimiento del dinero ilícito relacionado con el pago de sobornos. Las autoridades brasileñas lo denominan «el manual de las propinas».
Maria Lúcia Guimarães Tavares, la primera empleada de Odebrecht en colaborar con la investigación de las autoridades brasileñas, mantenía en su residencia el manual completo de 62 páginas del software desarrollado por la empresa que detalla las características del sistema de información desarrollado por Odebrecht para uso interno de la sección de Finanzas Estructuradas, como eufemísticamente se llamaba al departamento de sobornos, desde donde se coordinaron los pagos realizados a funcionarios y dirigentes políticos de más de 12 países – por lo menos – a cambio de contratos públicos.
El sistema informático MyWebDay registraba obras, cuentas, transferencias y beneficiarios pero también el complejo sistema de lavado de dinero y corrupción que comprendía cuatro etapas y precisaba desde quien dictaba las órdenes hasta el beneficiario final.
Los papeles de Odebrecht: No es una filtración electrónica
Además del tamaño de la base de datos, la principal diferencia con los archivos que manejaron los 80 medios de comunicación de 64 países que compartieron la investigación de los papeles de Panamá, radica en que aquella información llegó a la prensa de manera anónima, producto de un robo físico o del hackeo de los documentos digitales del bufete panameño Mossack Fonseca, cuestión que aún no está clara.
Por el contrario, en el caso Odebrecht fue una orden judicial de la fiscalía de Suiza la que obtuvo la data contenida en el servidor Safe Host. Dicha orden derivó de la colaboración internacional solicitada por Brasil dentro del proceso judicial que adelanta por el caso Petrobras.
El equipo de periodismo de datos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) que destapó los papeles de Panamá, creó una red global de 400 periodistas de investigación para analizar casi 3 TB de información, cuestión que hicieron en un año.
La información de los papeles de Odebrecht – tres veces mayor – está encriptada y los nombres de los receptores de las coimas, disfrazados con seudónimos. La fiscalía suiza tiene tres equipos de expertos trabajando en el desciframiento de la data contenida en los 6 TB confiscados a Safe Host.
Varios países han iniciado procesos legales contra Odebrecht, luego que la empresa reconociera a la justicia de EEUU haber pagado $788 millones en sobornos solo desde 2001, sin embargo, se presume que el ilícito comenzó años antes y la cantidad involucrada sería mucho mayor.
“La conducta criminal fue dirigida por los niveles más altos de la compañía, los sobornos se pagaron a través de una compleja red de compañías con transacciones fuera de libro y cuentas bancarias en el extranjero”, dijo el DOJ.
Perú, el más adelantado.
Entre el 12 y el 17 de diciembre, el jefe de la Oficina de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones de la Fiscalía de Perú se entrevistó con Suzanne Kustler en la ciudad de Berna. El objetivo: interceder por el Estado peruano en las pesquisas que la Confederación Suiza ha iniciado sobre millonarias cuentas relacionadas a las coimas brasileñas en nueve países de América Latina y que superan los 500 millones de dólares.
Kustler, jefa de la División de Asistencia Legal Internacional del país europeo, fue informada de este requerimiento en noviembre, cuando la fiscalía peruana le envió una solicitud de cooperación judicial internacional. Desde entonces, y con la asesoría del Basel Institute on Governance, ambas autoridades han trabajado juntas.
La justicia peruana ha abierto una averiguación y solicitado formalmente la colaboración de Suiza. El fiscal de la nación, Pablo Sánchez, dijo esta semana que la información fundamental referente a los contratos peruanos ha sido asegurada y está siendo trabajada por un equipo de fiscales que viajó a Berna.
Los juicios que vienen
Con el acuerdo multimillonario firmado en diciembre con las autoridades de EEUU, Brasil y Suiza, Odebrecht salda sus cuentas con esos tres países donde ya no podrá ser juzgada por el caso.
Sin embargo, todos los países víctimas de la trama de sobornos de Odebrecht pueden, al igual que Perú, iniciar procesos legales y solicitar la cooperación internacional a Suiza, que es la que dispone de la información detallada de los otorgantes, receptores y montos de los sobornos pagados por la empresa carioca a cambio de contratos con sobreprecios.
Gracias al aseguramiento de la base de datos contenida en el software MyWebDay, ahora en manos de la justicia suiza, y siempre que los Estados-víctima abran los respectivos procesos legales y soliciten la cooperación internacional, los nombres de los sobornados por Odebrecht en varios países – sobre todo en Venezuela – irán saliendo y se podrá así iniciar la recuperación de los fondos robados a las naciones a través de contratos mil millonarios con sobreprecios y, en muchos casos, inconclusos.
Lo que ha salido a la luz pública hasta ahora no corresponde ni a una milésima parte de lo que oculta el caso. Expertos que trabajan en el tema, entrevistados por CCD, sostienen que el caso Odebrecht se prolongará por años y afectará a la élite política de varios países latinoamericanos, incluyendo presidentes y ex presidentes.
Esto recién comienza.