La Fiscalía venezolana ya pidió a Francia que le informe al respecto «y estamos esperando respuesta», dijo el director de la ONA, el general Alejandro Kerelis, en un programa dominical (José Vicente Hoy) del canal privado Televen de la televisión venezolana.
De haberse tratado de una operación policial encubierta ejecutada en territorio venezolano por Francia y Estados Unidos se debió contar con una autorización judicial expresa de Venezuela, como lo ordena la ley, cosa que no sucedió, advirtió el general. Añadió que «Hay que seguir las investigaciones», porque «no podríamos descartar» la posibilidad de que efectivamente se tratara de una «entrega controlada», ya que «es muy extraño que después de diez días» la droga fuera hallada lejos del aeropuerto parisino al que llegó, como informó el 20 de septiembre el Gobierno de Francia.
La droga salió de Caracas el 11 de septiembre, remarcó Kerelis, al recordar que por el caso han sido detenidos en Venezuela 28 personas, entre ellos personal de Air France y soldados venezolanos, y que Francia le ha informado del apresamiento de 3 italianos y 3 ingleses. «Esperamos que con las autoridades francesas, que han venido colaborando en los últimos días (…), sigamos compartiendo informaciones», añadió el director de la ONA.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo el pasado 2 de octubre que su Gobierno investiga si en el caso está involucrada la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA), expulsada de Venezuela en 2005 precisamente, según las acusaciones, por montar operaciones a espaldas de las autoridades venezolanas.
«Esto parece una entrega controlada, cuidado si no está metida la mano de la DEA, estamos investigando», señaló en esa ocasión el mandatario venezolano. La carga, con un valor de mercado estimado en unos 50 millones de euros (unos 66,5 millones de dólares), fue transportada desde el aeropuerto que sirve a Caracas en decenas de maletas. Kerelis informó el mes pasado que las cámaras de seguridad del aeropuerto «captaron el momento en el que fue colocada la droga en el avión» y confirman «la complicidad» de los acusados que «creyeron que iban a burlar los medios de seguridad y vigilancia» del país.
Entre los detenidos en Venezuela se encuentran efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (policía militarizada), un «adjunto a la gerencia» de Air France, funcionarios de seguridad aeroportuaria y la esposa de un fiscal aeroportuario, además de un grupo de trabajadores venezolanos de empresas contratistas.
EFE