CCD | El narcotráfico y la violencia que se está viviendo en México representan el peor rostro de la corrupción, así lo define la periodista mexicana Anabel Hernández. En Venezuela, hay un poder de Estado, donde todo lo controla una persona, un partido político y eso crea una situación, en la cual la arbitrariedad del que administra, de quien controla, se convierte en una especie de Estado delincuente, describe el dirigente político Carlos Tablante.
Ambos, desde sus respectivas preocupaciones por sus países de origen participaron en el programa Dos Puntos, conducido por Rodrigo Pardo, y transmitido de la televisora colombiana RCN
— ¿Puede la corrupción poner en peligro la estabilidad de un Estado? – pregunta a Anabel Hernández
— Esa pregunta se responde, simplemente, mirando hacia el interior de lo que está pasando en México. Esto ya no es una hipótesis, es una realidad que vivimos los mexicanos. Esta es la situación del crimen organizado, de los grupos criminales que han tomado el control de las diferentes partes, ya no hay un lugar, un espacio que no haya sido invadido por estos grupos criminales, matan, secuestran, extorsionan.
Basándose en las investigaciones que ha realizado sobre la delincuencia organizada en México, durante los últimos ocho años, asevera que los narcotraficantes “estos asesinos inmisericordes, la violencia, los colgados, los descuartizados sólo son el peor rostro de la corrupción en México. Eso es un proceso evolutivo que ha alcanzado un punto máximo de descomposición, donde la falta del Estado y de la aplicación de las leyes, ha propiciado que estos grupos terminen apoderandose del país, ante instituciones absolutamente podridas y funcionarios públicos inmorales que le han vendido el territorio a todos estos criminales, sólo por un puñado de dólares”.
—El tema de la corrupción en México es mucho más extenso y viene de épocas anteriores al narcotráfico ¿Cómo ha sido esa evolución, si se quiere superior de la corrupción?
— El narcotráfico que se está viviendo — reitera la periodista mexicana – en el peor rostro de la corrupción. El problema no sólo son los cárteles de la droga, el problema es el andamiaje de corrupción política e institucional que ha permitido que estos sujetos hagan lo que hacen. Estamos hablando de un problema de descomposición muy grande.
Revela que inició sus investigaciones desde la década de los años 60. “Los presidentes de la República en turno negociaron con el crimen organizado, sabiendo que era crimen organizado, pensando, en un momento, que podían controlarlo políticamente, utilizarlos para fondear algunas operaciones sensibles del Estado, por medio del narcotráfico, pero los narcotraficante se fueron comiendo al Estado mexicano hasta llegar a la descomposición actual. Esta corrupción de la que estamos hablando es en todos los niveles. Es el nivel de gobierno, el nivel empresarial, hasta los artistas, los equipos de fútbol o la iglesia católica, han sido penetrados por estos grupos criminales, por la corrupción. Estamos hablando de una corrupción que puede ser tan cotidiana y ordinaria como el desvío de recursos públicos, hasta entregarle un país a una bola de delincuentes”.
Delincuencia organizada financiera
— Carlos (Tablante), así como en México, en este momento el narcotráfico implica una parte muy importante de la corrupción, ¿Cuál ha sido el fenómeno característico de Venezuela?
— En nuestro país se está llevando a cabo lo que definimos como una paz mafiosa, donde se mezcla la corrupción, se compra impunidad con otras actividades criminales asociadas, por ejemplo, con homicidios, tráfico de drogas, extorsión, secuestros, y está también la delincuencia organizada financiera, con grupos bien formados, bien asesorados que todos los días están pensando cómo ponerle la mano al ingreso petrolero, que constituye el 99 por ciento de lo que ingresa.
Se refiere el ex diputado a la situación generada por el control de cambio, iniciado en el año 2003. “Hay una especie de poder de Estado, donde todo lo controla una persona, un partido político y eso crea una situación, en la cual la arbitrariedad del que administra, de quien controla, se convierte en una especie de Estado delincuente, donde las redes de la corrupción van haciendo de maridaje, una especie de mestizaje que fabrica a una casta alrededor del poder y, hace distintos negocios. El objetivo es acumular dinero, porque el crecimiento del país y el crecimiento personal se miden en función de la cantidad de dinero acumulado”.
En la agenda de esa casta, asegura, “no está el bien común ni el crecimiento a la medida del ser humano, lo que está es la acumulación de capital, además de ser grotesco, al ostentar ese dinero. Es una inversión de valores. Esto no sólo ocurre en las altas esferas del poder, donde hay una cierta complicidad con los llamados delincuentes de cuello blanco, eso también pasa en los barrios de las principales ciudades del país, donde operan, aproximadamente, 18 mil bandas delictivas, que no sólo trafican con drogas, sino que prácticamente tienen secuestrado al barrio, y los comerciantes son sometidos a extorsión”.
Las cárceles venezolanas
— En las cárceles es mucho más evidente la conchupancia, la complicidad de altos funcionarios del gobierno con los delincuentes – argumenta Carlos Tablante.
Compara las cárceles de Venezuela con la llamada “Catedral”, la prisión que el narcotraficante Pablo Escobar se construyó en Colombia, “donde los delincuentes se mueven en una zona de confort, una especie de guarida para seguir cometiendo delitos. Desde las cárceles se dirigen los secuestros, la extorsión, el tráfico de drogas. Los delincuentes exhiben armas de alto poder militar, las cuales ingresan a las cárceles por la vía de la complicidad de los guardias encargado de la seguridad- Pero al final, el control lo tienen los delincuentes, a diario desafían a las autoridades”.
Afirma que el nivel de criminalidad en las cárceles venezolanas está controlado por la delincuencia, “la razón de existir es cuánto pagas para existir, quien no paga lo eliminan físicamente. Esa paz mafiosa que existe en las cárceles pareciera que la quieren llevar a las principales ciudades del país, a los barrios, con esa paz mafiosa buscan relacionarse con los delincuentes de cuellos blancos que están incursos en hecho de corrupción”.
La crisis financiera: un robo descarado
En Venezuela entre los años 2009 y 2011 se produjo una crisis financiera que afectó a unos 20 bancos, 50 casas de bolsas, que hicieron negocios con depósitos del Estado y se apropiaron de ellos, “se los metieron en sus bolsillos, lo convirtieron en fortuna particulares. Como fue tan descarado el robo, el Estado tuvo que intervenirlos y confiscarles sus propiedades”. Durante la gravedad de la salud del presidente Chávez, estas personas (privadas de libertad) salieron en libertad condicional. “En estos días se está negociando, con la paz mafiosa, devolverle los bienes, prácticamente, los van hasta indemnizar. Es una cosa insólita la inversión de valores, donde se mezcla la corrupción con el tráfico de drogas”.
¿Hay vínculos entre la corrupción mexicana, la corrupción venezolana y la corrupción colombiana?
Anabel Hernández: — Después de la intervención del gobierno de Estados Unidos en Colombia, pereciera que las grandes organizaciones criminales de Colombia que controlaban el tráfico mundial de las drogas han quedado minimizadas a pequeños grupos criminales. Sin embargo, Colombia sigue siendo uno de los grandes productores de cocaína. Uno como periodista se pregunta: ¿Quién distribuye esa cocaína? Debe existir una gran red criminal que permite que eso pase. Esos grandes grupos criminales colombianos, han sido sustituidos por los grandes grupos criminales mexicanos. Así como en la época de los 80, de los 90, tenían a los colombianos yendo a México, negociando, tratando como empleados a los narcotraficantes mexicanos, ahora, es a la inversa, los narcotraficantes mexicanos vienen a Colombia, compran la cocaína, negocian los traslados a Venezuela, a Ecuador, para que salga la droga principalmente a Europa y África. Vienen a pagar, a mover su dinero aquí en Colombia. Lo que he contado son mis investigaciones recientes, hay testimonios de miembros del Cártel de Sinaloa, en la Procuraduría General de la República de México, yo tengo copias, donde hablan con toda claridad cómo entre 2008 y 2009, el cártel de Sinaloa manejaba a voluntad, las toneladas de cocaína, las sacaba por el aeropuerto de Maracaibo (Venezuela), los aviones, los cargamento eran custodiados por militares del gobierno de Hugo Chávez. Estos aviones salían perfectamente a México, siendo Venezuela una parte importante de la logística para el tráfico de drogas
— En el caso de Venezuela, usted Carlos mencionaba una relación con un grupo de Barranquilla
— La delincuencia organizada no tiene fronteras ni soberanía ni patria ni ideología y se mueve causándole daño a todas nuestras sociedades. En efecto, por esa arbitrariedad, el estado delincuente se ha apoderado de las instituciones de Venezuela, creando una especie de cleptocracia. Al existir un control de cambio, todos los negocios relacionados con el dólar u otras divisas crean un diferencial entre el dólar oficial y el dólar paralelo. Esto ha creado estructuras de delincuencia organizada financieras que se mueven en nuestro país.
Cita el caso de la empresa Fondo Global de Construcción , cuyo representante se presentó en un acto, realizado en el 2012, con El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, además de la presencia del canciller para el momento, Nicolás Maduro. “Investigaron que se había registrado en Bogotá cuatro días antes del acto y recibió un financiamiento para construir 25 mil viviendas que nunca se construyeron. A esa empresa la relacionan con una ex senadora. Hacen una serie de actividades en Ecuador con la moneda Sucre, que también forma parte del control de cambio y detectaron unas supuestas exportaciones hechas desde Venezuela por un monto de 160 millones de dólares, y no llego ni siquiera a 3 millones de dólares, por lo cual obtenían una ganancia cambiaria desproporcional y descarada. En Ecuador, la Fiscalía abrió una investigación, hay unas personas detenidas relacionadas con esta empresa y han descubierto que el circuito era Colombia, Ecuador, Venezuela y España, con el centro matriz en Malta, un paraíso fiscal”
— La delincuencia – enfatiza Tablante – se mezcla con empresarios que aparentemente se mueven en el marco de la legalidad, un movimiento de capitales donde se mezcla lo lícito con lo ilegal, creando una zona de complicidad, que nosotros denominamos las redes de la corrupción que se fueron apoderando del estado venezolano, creando un Estado Delincuente, con una impunidad del 92 por ciento. El año pasado se cometieron 24.700 homicidios, el 40 por ciento está relacionado con la delincuencia organizada. Si hacemos una correlación de población entre México y Venezuela, en Venezuela, la delincuencia organizada asesina más que en México.
Lanza ex parlamentario un alerta a la comunidad sobre lo que está pasando en Venezuela.
— Las sociedades se van enfermando, se van acostumbrando a la corrupción, resignando, se van haciendo, de alguna manera, sociedades enfermas, impactadas por la corrupción que las va secuestrando. Esto hay que rechazarlo, convocar a una gigantesca movilización
— ¿Hay problemas de acceso a los medios de comunicación social en Venezuela para transmitir las denuncias de corrupción?
Carlos Talante: – Sin duda, los medios de comunicación social sufren la penetración de las organizaciones criminales. En el caso de Venezuela, hay una gran presión por parte del Estado para evitar que la prensa libre e independiente, el ejercicio libre del periodismo, no tenga acceso a la información en las fuentes oficiales. Al mismo tiempo, como el gobierno tuvo que pagar un costo muy alto por el cierre de Radio Caracas Televisión, decidieron que sus socios, algunos ubicados supuestamente en la oposición, lo que yo llamo el maridaje, compraran medios que estaban en manos de oposición y así adquirieron Globovisión, la Cadena Capriles, que ya no tienen la misma independencia para enfrentar los problemas de corrupción, para investigar los casos y ponerlos en el tapete del debate nacional. En este momento hay una ofensiva de compra de medios regionales, lo que llaman la hegemonía de la comunicación, yo la llamo la hegemonía de la corrupción.
Anabel Hernández revela que en México, en los últimos diez años, han sido ejecutados 90 periodistas y más de 17 están desaparecidos, es decir, la represión por parte del gobierno, coludido, la mayoría de las veces, con el crimen organizado, ha comenzado a silenciar a la prensa mexicana. “No es extraño que los periodistas estemos en la incertidumbre, con miedo, intentado trabajar en este clima. Por otro lado, el gobierno a través de la publicidad gubernamental ejerce un control absoluto sobre los medios de comunicación… El 70 por ciento de las finanzas de los medios depende de la publicidad gubernamental. Estamos en una relación perversa entre los medios de comunicación y la sociedad… Yo me considero parte de una generación de periodistas que ha decidido dar esta batalla, salirnos incluso de los medios de comunicación, a través del periodismo de investigación, hacer este trabajo de largo aliento que estamos publicando en diferentes libros. La única manera de que gente reaccione en darle información… el problema es que las investigaciones, aunque están muy bien documentadas, no son difundidas por la televisión, la radio, los medios masivos que llegan a cada casa, estamos todavía restringidos en libros, internet, redes sociales. Como periodistas responsables debemos empezar abrir estas fronteras. En México hay estados donde los medios de comunicación no publican nada, en Tamaulipas, Veracruz, Nuevo León, Sinaloa…”
