Jorge Giordani, el recién destituido ministro de Planificación de Venezuela que diseño el modelo económico de la “revolución bolivariana”, había advertido en el 2012 al entonces presidente Hugo Chávez sobre el descontrolado endeudamiento de la estatal petrolera PDVSA y el riesgo de que empujara al país hacia una espiral inflacionaria.
En una carta dirigida, en mayo de ese año a un enfermo Chávez, Giordani deja entrever el enfrentamiento entre el equipo económico y el manejo de la industria petrolera del ministro de Energía y Minas, Rafael Ramírez, a quien acusa de beneficiar económicamente a sectores opuestos al proyecto político bolivariano.
La carta —a la que el Nuevo Herald tuvo acceso— fue redactada en el marco de una emisión de bonos de $3,000 millones anunciada unilateralmente por PDVSA, sin que se tomase en cuenta el impacto macroeconómico del endeudamiento, que liberaría un mayor volumen de dólares al sector privado.
“El reingreso de dichas divisas al monetizarse en el país puede contribuir a aumentar la masa monetaria y el componente inflacionario, en una dirección de política contraria a lo que se ha venido logrando en la lucha contra ese flagelo que afecta sobre todo a las personas de menores ingresos”, le advirtió Giordani a Chávez en la carta.
“Se tienen entonces dos políticas de signo contrapuesto lo que se trata de hacer a partir de lo que genera el Ministerio de Planificación y Finanzas y lo que se induce a partir de PDVSA. Cuestión que produce confusión y resultados contrastantes en relación a la inflación”, agregó.
El manejo independiente de PDVSA, que luego se agravaría con el fallecimiento de Chávez, es según Giordani, una de los dos principales factores que alimentan la galopante tasa de inflación del país, que pasó de 20.1% en el 2012 a 56.2% en el 2013, con pronósticos de que supere el 80% este año.
Gastos descontrolados
El otro gran factor es un descontrolado gasto estatal emprendido por el régimen de Nicolás Maduro, el cual fue denunciado esta semana por Giordani con motivo de su destitución.
Bajo Maduro, “se inició una nueva oleada de grandes gastos sin los requisitos diseñados, y con el agravante de los gastos aprobados por el ‘Gobierno de calle’, decididos sin estudio previo, improvisados de hecho”, escribió Giordani.
“Resulta doloroso y alarmante ver una Presidencia que no transmite liderazgo, y que parece querer afirmarlo en la repetición, sin la debida coherencia, de los planteamientos como los formulaba el Comandante Chávez, y en el otorgamiento de recursos masivos a todos quienes lo solicitan sin un programa fiscal encuadrado en una planificación socialista que le de consistencia a las actividades solicitantes”, agregó.
Pero la planificación estaba siendo dejada de lado en los últimos meses del gobierno de Chávez.
En su carta del 2012, Giordani advirtió sobre la necesidad de incrementar el control sobre los manejos financieros de PDVSA, en parte debido al constante aumento de la deuda en dólares de la nación.
“Considero Presidente que se hace necesaria una mayor coordinación en ciertos aspectos de carácter financiero dado que la situación tiende a hacerse más complicada en el futuro, tanto desde el punto de vista de la deuda del país, así como de la propia PDVSA”, alertó.
Giordani también expresó preocupación por los instrumentos de endeudamiento utilizados por Ramírez brindaban beneficios a sectores económicos que él consideraba hostiles para el proyecto político de Chávez.
Preocupaciones del ministro
“De abrirse los libros de la emisión a los particulares en Venezuela y a la Banca Privada Nacional, se corre el peligro de que dichos recursos sean, en parte, utilizados en contra del proceso bolivariano por un lado, y por el otro, que se reviertan al mercado negro de divisas que actualmente gira alrededor de 9 bolívares por dólar, obteniendo ganancias a quién los adquiera en el corto plazo”, dijo en la carta fechada en mayo del 2012.
“Me pregunto, si estamos fortaleciendo la Banca Pública, por cuál razón se hace partícipe a la Banca Privada, si es que ello es realmente así de acuerdo al libro de órdenes, en esta emisión, favoreciendo intereses que sabemos cuáles son en contra del proceso político bolivariano, máxime en las condiciones actuales de unas elecciones tan vitales para el destino de este gobierno y de Venezuela como país”, agregó.
Pero Giordani estaba enfrentando grandes dificultades en conseguir que le tomaran en cuenta en los últimos meses del mandato de Chávez.
En su carta, el entonces ministro se quejaba de que ni siquiera le habían informado sobre la emisión de bonos, enterándose solo a través de la prensa nacional, incluso cuando él también era miembro de la junta directiva de PDVSA.
Y el ministro también tenía dificultad en conseguir acceso a Chávez, quien en ese momento luchaba contra el agresivo cáncer que terminó causándole la muerte.
En su misiva, Giordani se queja ante Chávez de que llevaba días tratando de hablar con él por teléfono sin tener suerte, dejándole varios mensajes con la ministra de Secretaria, Erika Farías.
Antonio María Delgado