CCD | Las propuestas presentadas por el saliente ministro de planificación, Jorge Giordani, dirigidas a frenar la corrupción y ejecutar nuevos mecanismos de manejo en el gasto público, fueron rechazadas por el presidente de la República, Nicolás Maduro , quien por el contrario, decidió sustituirlo en el tren ejecutivo nacional.
El ahora exministro . en un largo documento de 12 páginas, con características de un manifiesto, titulado Testimonio y Responsabilidad ante la historia, inicia la comunicación escrita con la frase: «Me veo obligado por razones de conciencia a hacer público este documento”. Tras un extenso recuerdo de su relación con el Presidente Hugo Chávez Frías , a lo largo de casi dos décadas, iniciada en la cárcel de Yare, el 26 de marzo de 1993, explica cuáles han sido sus desacuerdos con Nicolás Maduro.
En esta nota, sólo abordaremos lo relacionado con lo que Jorge Giordani define como “una de mis preocupaciones centrales”, según dice, “ avanzar en la dirección de ajuste a un nuevo escenario marcado por el incremento nuclear de la eficiencia y lucha a la corrupción”.
Relata que “desde que el Presidente Maduro asumió el cargo, pronto anunció el nuevo conjunto de medidas en el área económica, cuyo mayor impacto político pareció ser la devaluación, y define el resto de los anuncios como “un aluvión de gastos” que lo hizo dudar sobre las medidas. “ En este ambiente confuso, una de mis preocupaciones centrales fue el avanzar en la dirección de ajuste a un nuevo escenario marcado por el incremento nuclear de la eficiencia y lucha a la corrupción tan claramente anunciado por el presidente Chávez, antes y después de su elección”.
Dos frentes ocuparon la preocupación del entonces ministro de planificación. El primero atacar la corrupción frenándola con un nuevo control de los grandes fondos del Estado. El segundo, introducir nuevos mecanismos de manejo del gasto público «que le permitieran retornar a causes sostenibles en el tiempo”.
Reconoce que en el primer frente “fue posible avanzar en la propuesta de dos medidas asociadas a un gran fondo del país, marcado por la opinión de los agentes del comercio exterior como un foco de corrupción: Cadivi (Comisión de Administración de Divisas ) y su mecanismo asociado al SITME (Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera)». Sobre este planteamiento, el presidente Nicolás Maduro aceptó una de las dos medidas propuestas por Giodani , es decir, la creación de un Comité “que aprobaría los permisos de uso de divisas a los precios privilegiados que el Estado otorgaba para las importaciones básicas de la economía y el reemplazo del SITME por el SICAD (Sistema Complementario de Administración de Divisas) ”.
Pero la segunda propuesta, que consistía en nombrarlo como la autoridad de Cadivi, “para aprovechar el peso del Ministro de Planificación y Finanzas, en la instauración de un funcionamiento transparente”, no fue aceptada por el Mandatario Nacional. “Prefirió una dispersión del mando”, afirma.
También quiso proponer “una potencial nueva actitud en los nombramientos”, pero no tuvo la oportunidad de plantear esta idea al Presidente. Estas nuevas designaciones de dirección comprenderían los grandes fondos financieros del Gobierno: FONDEN (Fondo Nacional para el Desarrollo Nacional), Fondo Chino, Tesorería, Banco. Exterior, Banco Industrial de Venezuela (BIV), “teniendo presente la necesidad de romper con la percepción de corrupción en el manejo de esos fondos. Me parecía necesario hacer un recuento de figuras de la revolución que el país considerara símbolos de lo impecable en el manejo de fondos públicos. No era necesario ni juzgar ni vetar a otros candidatos. Era partir por lo positivo y sano”..
El segundo frente, la propuesta de Jorge Giordani era la reducción real del gasto público para atender “prioridades de defensa del poder de compra de los grupos más vulnerables y la corrección de derroches y corrupciones, por la vía de una medida de asignación del gasto público, que se otorgaría crecientemente contra un calendario de gastos, acompañado de indicadores de éxito que facilitarían una expansión gradual y un freno a los gastos que no cumplieran con sus compromisos de logros”.
En esta área tampoco se aprobó lo propuesto, “sino que se inició una nueva oleada de grandes gastos sin los requisitos diseñados, y con el agravante de los gastos aprobados por el ‘Gobierno de calle’, decidido sin estudio previo, improvisado de hecho. La suma de estos gastos no se ha presentado como un todo, salvo la necesidad de que la Asamblea Nacional aprobara una maciza ampliación del presupuesto público”.