Los investigadores de las agencias españolas que intervienen en el caso BPA y Banco de España llegaron a Andorra para solicitar toda la información de las operaciones sospechosas de lavado de dinero detectadas en ambas entidades, ya que la española pertenece en un 100% a la andorrana.
Así lo confirma elconfidencial.com:
Los investigadores se están moviendo rápido para intentar recabar la máxima información posible respecto de las operaciones sospechosas realizadas desde Banco Madrid por algunas empresas, sicavs y personas físicas con cuentas en la entidad. Por eso, la Fiscalía Anticorrupción, Policía y la Unidad de Apoyo de la Agencia Tributaria se personaron ayer en la sede de la filial de Banca Privada de Andorra para extraer la máxima documentación posible. Según fuentes de la investigación, al llegar allí los agentes descubrieron que los servidores tanto de Banco Madrid como de Banco Madrid Gestión se encuentran en Andorra.
A pesar de este inconveniente, los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía (UDEF) extrajeron todos los datos de los ordenadores, aunque para asegurarse de que no haya habido ningún borrado de información, la Fiscalía Anticorrupción, encargada de la investigación, tiene previsto enviar una comisión rogatoria a Andorra para ver si coinciden los datos obtenidos en Madrid y los que guardan en la sede del BPA. Según estas fuentes, aunque se hubiese intentado borrar información dejaría rastro en el servidor.
Los datos extraídos tanto de Banco Madrid como de Banco Madrid Gestión –una filial del primero y sociedad gestora de instituciones de inversión colectiva (SGIIC)– están únicamente relacionados con las operaciones sospechosas realizadas desde este banco y denunciadas por el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac). Al llegar ayer a las oficinas, los investigadores se encontraron con un colapso en Banco Madrid Gestión, donde, al no estar intervenida en ese momento por el Banco de España, habían acudido muchos de sus clientes y ordenado la reposición de sus fondos y el reintegro de los capitales, provocando el temor de descapitalizar el banco.
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Después de analizar todos los datos y poder acotar cuáles de las operaciones sospechosas recogidas por el Sepblac pueden tener indicios de delitos, el siguiente paso que debe dar la Fiscalía es judicializar el caso en el tribunal competente para depurar responsabilidades penales contra los principales sospechosos. Por ahora, el centro de la investigación está en el Consejo de Administración del Banco de Madrid, dimitido en bloque tras la intervención. Los investigadores intentarán descubrir si eran conocedores de las operativas de blanqueo llevadas a cabo por el banco y deberán determinar en qué medida habrían participado.