Una muestra de 600 clientes de perfil misterioso serán convocados por el regulador bancario del Principado (INAF) a las oficinas de Banca Privada de Andorra para explicar el origen del dinero de sus cuentas.
Es la solución que han encontrado los interventores y auditores de BPA para separar los depósitos lícitos de los ilícitos y así estructurar a la brevedad el «banco bueno» que pueda ser adquirido por nuevos inversores.
El misterio de estos clientes, publica el Diari d’Andorra, consiste en que forman parte de un conjunto mayoritario de clientes «muy difícil de estudiar, sobre los cuales no consta que tengan cuentas claramente conflictivas ni tampoco cuentas probadamente inocentes».
Esta medida se ha concebido para evitar tener que consultar todos los expedientes de ese perfil de cliente, y se centrará en preguntar y pedir documentación sobre el origen del dinero a la muestra de 600, que tendrán que apersonarse en la sede de BPA.
Sin embargo, las autoridades han detectado un problema: muchos de esos clientes viven en América del Sur y hasta ahora, no han manifestado ningún interés en retratarse en Andorra, según manifestaron las fuentes de diario andorrano. Eso complica la situación para el INAF, que debe reunir los datos en un plazo de diez días.
El gobierno andorrano desea crea un «banco bueno» que incluirá el grueso de los activos no contaminados por las actividades de lavado de dinero para intentar venderlo de manera total o por partes. La liquidación se contempla como última alternativa.