El 11 de enero del 2016 se reanudará el proceso en contra Yonny Bolívar, del presunto asesino de Adriana Urquiola, ultimada el 23 de marzo del 2014 en Los Nuevos Teques.
444 días tuvo que esperar Manuela Pérez para escuchar la noticia que deseaba: Yonny Bolívar, el presunto asesino de su hija Adriana Urquiola, la intérprete de señas de Venevisión muerta en Los Teques durante las protestas de 2014, había sido capturado. Esta vez no se trataba de un rumor, el propio ministro de Interior y Justicia se lo había comunicado.
«Desde entonces encontré sentido a la frase que reza la justicia da paz porque pasé de dormir máximo dos horas diarias a la noche entera», reconoció Pérez, quien desde que supo del asesinato de su hija investigó y promovió una campaña a través de las redes para dar con la captura del asesino, para quien pide pena máxima.
«El proceso se ha dilatado desde un principio. Fue mucho tiempo el que hubo que esperar para aprehenderlo pero se logró, así que no me importa esperar un poco más para lograr que pase 30 años en prisión», dijo Pérez en alusión al diferimiento de la audiencia de apertura de juicio oral que estaba pautada para este lunes 23 de noviembre en Caracas y que fue postergada para el 11 de enero del 2016.
«Él contaba con un defensor público y ahora contrató a tres privados que deben empaparse del caso que está bien blindado por lo que opino que es una estrategia para demostrar que sigue teniendo el control; que es un hombre de influencia. Sin embargo, no le tengo miedo porque ya me hizo lo peor que se le puede hacer a un ser humano: arrebatarle a un hijo».
Pese a que confía en las autoridades venezolanas, Manuela no deja de hacerle seguimiento al caso. «Ya ha enviado tres comunicados, incluso uno a mano solicitando ser trasladado del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), en Caracas, a un penal, lo que resulta sumamente peligroso si evaluamos su historial de fugas y estrategias para burlar al Estado».
De frente
En tres ocasiones Manuela ha visto cara a cara a Bolívar. «Es un hombre cínico sin un tajo de remordimiento; llega y sale sonriente de los tribunales porque en el fondo cree que va a salir bien librado una vez más de su fechoría, pero mi dolor por la pérdida de mi hija y el bebé que aún estaba en su vientre harán que no desista en mi deseo de verlo tras las rejas para así hacer justicia por mi Adriana y mi nieto Alex Adrián, a quien me arrebató la posibilidad de cargar en mis brazos» .
«Él será un hombre con poder, pero yo soy una madre que no olvida y que hoy más que nunca confía en la justicia tanto divina como terrenal, por lo que cuando le den pena máxima a Yonny Bolívar no importarán los diferimientos que hoy estamos padeciendo». El Universal. Johana Rodríguez
