A través de un comunicado, Fedecámaras afirma que el año 2015 cierra con una recesión que se profundiza; empresas que se paralizan porque no pueden operar en medio de tantas dificultades; menos oportunidades de empleos estables; niveles de desabastecimiento que han alcanzado su máximo histórico. Ante este panorama económico pidió tomar medidas urgentes para evitar que el país continúe precipitándose a una crisis más profunda.
A continuación el comunicado de Fedecámaras:
Se cierra el año 2015 con una recesión que se profundiza; empresas que se paralizan porque no pueden operar en medio de tantas dificultades; menos oportunidades de empleos estables; niveles de desabastecimiento que han alcanzado su máximo histórico; la más alta inflación del mundo por tercer año consecutivo con un severo impacto sobre el poder adquisitivo; batiendo récord de pobreza medida por ingreso. A esto se suma el deterioro de la seguridad y el aumento de la violencia, los bajos niveles de confianza en las instituciones del sistema de justicia y el deterioro de los servicios públicos.
En el centro de estos problemas está la paralización del aparato productivo nacional, la destrucción de lo hecho en Venezuela, de lo que nos ha tomado décadas de esfuerzo y tesón. No podemos progresar como sociedad si se sigue percibiendo al sector privado como enemigo. Por el contrario se ha demostrado que sin el empuje de la empresa privada no es posible hablar de crecimiento, desarrollo y superación de la pobreza.
En Venezuela somos, a la fecha, casi 31 millones de personas que queremos un mejor futuro. Venezuela reclama hacer algo urgente y asertivo para evitar que se siga profundizando el deterioro.
No entendemos por qué el Ejecutivo Nacional no termina de emprender el camino hacia la rectificación que tanto demandamos los venezolanos.
Este ya no es un problema de ideologías. Es un problema de tener o no tener voluntad para encarar la crisis. Estamos convencidos que de forma urgente deben tomarse las medidas necesarias que recomiendan los especialistas de las diferentes tendencias, para evitar que el país continúe precipitándose hacia una profunda crisis jamás vista.
Los venezolanos queremos un cambio en la dirección de las políticas económicas. Venezuela merece: producción nacional, en lugar de importaciones; empresas privadas, en vez de empresas intervenidas, estatizadas o confiscadas; respeto a los derechos de propiedad, en lugar de expropiaciones discrecionales y arbitrarias; el país merece crecimiento y desarrollo, en vez de atraso; apertura de espacios de encuentro y diálogo entre los diversos sectores del país, en lugar de promover el antagonismo, la confrontación, la división y la “lucha de clases”.
Necesitamos reconstruir lo mejor de nuestra esencia como sociedad, estimular el surgimiento de lo mejor de nosotros. Nuestra solidaridad, hospitalidad, capacidad productiva, ingenio y talento, perseverancia, voluntad de superación… En fin nuestra esencia de ser venezolanos.
Fedecámaras a lo largo de su historia, ha sido clara y contundente: impulsemos todos sin excepción la producción nacional; los trabajadores con toda su fuerza laboral; los empresarios con sus inversiones; la sociedad ivil con su comportamiento ciudadano; los medios de comunicación con su deber de informar; las Iglesias con su guía espiritual; los partidos políticos con la voluntad política requerida, el Estado y sus poderes públicos… Todos juntos por Venezuela.
Los empresarios ratificamos nuestro Compromiso en Libertad por Venezuela. Estamos comprometidos a actuar de acuerdo a la ética empresarial, cumplir las normas establecidas en el país y seguir invirtiendo y produciendo lo máximo que sea posible, todo bajo un esquema de confianza mutua.
Para esto, el Gobierno Nacional debe entender que la inseguridad jurídica y personal, dificulta no solo la operación de las empresas y su mantenimiento, sino que también inhibe la inversión privada nacional y extranjera que se requieren para superar la crisis.
Aún estamos a tiempo de rectificar. El país está pidiendo a gritos un acto de humildad. Las ideologías fallan si se aplican con dogmatismo.
Es necesario que esta sociedad inicie un proceso de aprendizaje serio, profundo y honesto de sus errores. Tenemos 35 años topándonos con la misma piedra: desde 1980 no podemos generar tasas de crecimiento por más de 5 años consecutivos. Es necesario que nos liberemos de creencias erradas, falsos dilemas y premisas equivocadas, para que el país se enrumbe nuevamente hacia el progreso y el bienestar.
En el sector productivo estamos convencidos de que podemos superar las dificultades del presente y construir las oportunidades del futuro, una meta que solo podemos alcanzar si tanto el sector público como el sector privado trabajamos juntos. En este punto el gobierno nacional tiene una responsabilidad intransferible e irrenunciable.
Con el esfuerzo de todos podemos construir una sociedad productiva y justa, una economía fuerte y de oportunidades, buscando siempre proteger a los más vulnerables en medio de la crisis. El 2016 será un año muy difícil y necesitamos del consenso de todos para superar los obstáculos que están por venir. ¡Es momento de empezar!
Hemos propuesto una agenda de diálogo con el gobierno integrada por cinco grandes temas: el régimen cambiario, sistema administrado de fijación de precios razonables, expropiaciones e intervenciones de empresas, inseguridad jurídica e incentivos específicos a la producción nacional, cuyo abordaje puede producir, en el curso de 10 a 12 meses, las primeras trazas de una recuperación sostenida de la economía, si el gobierno decide encarar con seriedad la crisis
Desde Fedecámaras, empresarios y trabajadores, seguiremos unidos defendiendo el desarrollo y la diversificación de nuestra economía, promoviendo la empresa privada, la libre iniciativa y con la firme convicción de que no existe país en el mundo que haya logrado progresar sin el esfuerzo privado. Venezuela cuenta con sus empresarios.