Juicio a sobrinos de Cilia Flores comenzaría en 2016
La defensa de los detenidos por conspirar para tráfico de drogas evalúa otra postergación
El juicio contra Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Campo Flores, sobrinos de la primera dama Cilia Flores, por conspiración para traficar drogas a Estados Unidos no comenzará en 2015.
Esta es la consecuencia del diferimiento de la audiencia inicialmente pautada para el miércoles 2 de diciembre, en la corte del Distrito Sur de Nueva York a cargo del juez Paul Crotty.
En este acto, ambos detenidos se declararían no culpables, y se abriría un lapso de 45 días para que ellos y sus defensores evalúen las pruebas recabadas en su contra. De esta forma decidirían si vale la pena negociar con la Fiscalía, a cambio de una declaratoria de culpabilidad que reduzca las penas.
El 25 de noviembre, la defensa de Campo Flores, a cargo del litigante privado John Reilly, solicitó al juez Crotty un diferimiento para la semana que comenzaría el lunes 14 de diciembre; es decir, ocho días después de las elecciones parlamentarias en las que Cilia Flores es candidata por el estado Cojedes. Debido a esta petición, el titular del juzgado neoyorkino escogió el 17 de diciembre para reanudar el proceso.
Fuentes ligadas al caso indicaron que la fecha podría ser postergada una vez más. Para ello basta que alguno de los abogados consulte con las demás partes involucradas y haga una nueva petición escrita al juez de la causa. En todo caso, el debate oral tendría su inicio durante el primer trimestre de 2016 si no ocurren otros aplazamientos. La otra opción es que ambos, o alguno de ellos, se declaren culpables ese día. Esto implicaría una admisión de los hechos imputados, a cambio de una pena menor que la establecida.
Campo Flores y Flores de Freitas fueron detenidos por funcionarios de la Agencia para el Control de Drogas en una operación encubierta en Haití, el 10 de noviembre. De inmediato fueron trasladados hasta Nueva York y presentados ante el tribunal correspondiente. El fiscal Pheet Bahrara les imputó conspiración para traficar drogas a Estados Unidos, un delito cuya pena máxima es la cadena perpetua.
La acusación indica que ambos y otras personas, cuyos nombres aún no han sido divulgados, intentaban enviar a Estados Unidos un alijo de cocaína. La droga estaba en Venezuela y llegaría a su destino luego de hacer escala en Honduras.
El Nacional