Los bancos se han puesto a trabajar, en forma preventiva. JPMorgan, Wells Fargo y Citi han anunciado que acumulan reservas para cubrir pérdidas derivadas del sector petrolero. Hay empresas que ya se preparan para un período de precios petroleros inferiores a US$ 30 por barril.
La revolución de la producción de petróleo que ocurrió en Estados Unidos de la mano de la facturación hidráulica (fracking) pero parece llegar a su fin. En lo que va de 2016 casi una decena de compañías se han declarado en quiebra o han tenido que recurrir a las fusiones para sobrevivir, despidiendo a más de 35.000 trabajadores.
Compañías como Schlumberger, ConocoPihlips, Lufkin Industries, FTS International y Chevron han realizado duros ajustes de plantilla en 2015; y Samson Resources, que es la mayor compañía privada de petróleo y gas natural de USA ha suspendido pagos, como consecuencia de la imposibilidad de generar rentabilidad con un precio por debajo de US$ 40 el barril.
Matt Egan explicó en CNNMoney:
Los grandes bancos estadounidenses se están preparando a medida que el petróleo crudo se desmorona.
Las empresas de Wall Street ayudaron a financiar el auge energético de Estados Unidos, al proporcionar fondos a costosos proyectos de perforación que acabaron inundando el mundo con petróleo.
Ahora que el exceso de petróleo ha provocado que los precios colapsen por debajo de los US$ 30 por barril, la agitación se está extendiendo a través de la industria de la energía y ha estropeado muchos de esos préstamos. Decenas de compañías petroleras han caído en bancarrota y aquellas que no lo han hecho están sufriendo el suficiente estrés financiero como para reducir el gasto y recortar decenas de miles de empleos.
Tres de los mayores bancos de USA advirtieron la semana pasada que los precios del petróleo continuarán creando dolores de cabeza en Wall Street, especialmente si se producen escenarios apocalípticos del petróleo a US$ 20 o incluso a US$ 10.
Por ejemplo, Wells Fargo ha realizado préstamos por US$ 17.000 millones al sector del petróleo y el gas. El banco apartará US$ 1.200 millones en reservas para cubrir las pérdidas debido al “deterioro continuo dentro del sector de la energía”.
JPMorgan Chase está apartando un extra de US$ 124 millones para cubrir pérdidas potenciales en sus préstamos de petróleo y gas. Advirtió que esa cifra podría aumentar a US$ 750 millones si los precios del petróleo inesperadamente permanecen en su nivel actual de US$ 30 durante los próximos 18 meses.
“La mayor área de estrés” es el sector del petróleo y el gas, dijo Marianne Lake, directora financiera de JPMorgan, a analistas durante una llamada el jueves. “A medida que las perspectivas para el petróleo se debilitan, esperaríamos ver una acumulación adicional de reservas en 2016”.
Citigroup acumuló reservas para pérdidas crediticias en el sector energético por US$ 300 millones. El banco dijo que la medida refleja su opinión de que los precios del petróleo probablemente se mantendrán bajos durante un periodo más largo”.
Si el petróleo se mantiene a alrededor de US$ 30 por barril, Citi se está preparando para pérdidas crediticias de alrededor de US$ 600 millones en el 1er. semestre de 2016. Citi dijo que esa cifra podría duplicarse a US$ 1.200 millones si el petróleo cae a US$ 25 por barril y permanece en ese precio.
El desplome del petróleo ya ha causado que 42 compañías petroleras norteamericanas se declaren en quiebra desde el comienzo de 2015, según una lista elaborada por el despacho jurídico Haynes and Boone de Houston. Y es probable que empeore. Standard & Poor’s estima que el 50% de los bonos basura de energía están “en problemas”, lo cual significa que están en riesgo de impago.
“Hay muchas dificultades en la industria. Habrá mucho sufrimiento pero lo superará”, dijo Buddy Clark, un veterano de 33 años del sector de finanzas energéticas y socio de Haynes and Boone.
El dolor financiero se ha vuelto tan grande que ya hay rumores de un rescate a la industria petrolera estadounidense, aunque está claro que cualquier ayuda encontraría oposición política.
¿Están listos los bancos?
Todo esto plantea la pregunta: ¿está haciendo Wall Street lo suficiente para prepararse para la tormenta petrolera?
“En un año a partir de ahora, ¿mirarás atrás y dirás: ‘¡Vaya, no nos anticipamos a esto lo suficiente’?”, preguntó el elocuente analista bancario Mike Mayo al presidente ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, durante una rueda de prensa.
Dimon dijo que si fuera por él, mantendría reservas aun mayores contra el potencial de pérdidas. Sin embargo, dijo que esas decisiones están limitadas por las normas contables.
Aún así, Dimon dijo que la cartera de energía constituye solo una pequeña parte del balance general de JPMorgan y que muchos de los préstamos están respaldados por activos físicos. Eso significa que los bancos pueden vender activos para recuperar el dinero si una empresa incumple con el pago de sus préstamos.
“No estamos preocupados por las grandes compañías petroleras. Se trata principalmente de las más pequeñas de las que usted está hablando”, dijo Dimon.
Paul Miller, analista bancario de FBR, dijo que los préstamos petroleros no representan en absoluto la misma amenaza que representaron las hipotecas para los bancos en la última década. También señaló que los bancos se han visto obligados a acumular capital para ayudar a absorber las pérdidas.
“Los grandes bancos podrían tener entre 1% y 6% de la exposición. Eso no va a matarlos. Esto no es como el 2006 o el 2007”, dijo Miller.
A pesar de la crisis, JPMorgan no tiene la intención de huir del sector petrolero.
“En la medida en que podamos apoyar responsablemente a los clientes, vamos a hacerlo. Y si perdemos un poco más de dinero a causa de ello, que así sea”, dijo Dimon.
Fuente: Urgente24.com