La Fiscalía General del Estado informó sobre la detención en Costa Rica del venezolano Pedro Emilio Silva Conde, quien tiene pendiente un proceso por presunto lavado de activos en Ecuador. Por esta razón pedirá la extradición del aprehendido, añadió en su comunicado emitido el miércoles pasado.
Según la Fiscalía, Silva fue apresado porque enfrenta un juicio por el mismo delito en el país centroamericano.
Silva Conde está vinculado al caso llamado Escastell, una empresa quiteña que, según las investigaciones, exportaba maquinarias y verduras con precios sobrevalorados a Venezuela. Las ventas se realizaban a través del Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), en el que participan los países del ALBA (Alianza Bolivariana).
La Fiscalía también descubrió que Escastell usaba facturas alteradas de terceros. Según las pesquisas, la empresa entregaba “bonos” a personas de bajos recursos en barrios populares de Guayaquil a cambio de facturas en blanco para así poder justificar gastos ante el Servicio de Rentas Internas.
Una investigación periodística realizada por EL UNIVERSO, El Nuevo Herald (Miami) y Armando.Info (Caracas) reveló en abril pasado que Silva Conde y su primo Gustavo Conde Cabrera recibieron $ 4,5 millones de Escastell y de Prospermundo, una empresa relacionada que también exportaba a Venezuela usando el sistema Sucre. Recibieron el dinero a nombre personal y al de la empresa quiteña GuadalupeFarms.
Silva recibió también 2 millones de dólares de Escastell y otra compañía de Tulcán que también fue investigada. Los recibió en una cuenta a nombre de la empresa estadounidense Inversiones Siltor 2009. Para realizar esos giros se consignó como dirección una casilla postal en Miami, cuyo titular es el abogado Pedro Antar. Este aseguró que no conocía sobre esas transacciones y que Silva lo había hecho a sus espaldas.
Los primos Silva constituyeron en Panamá seis empresas con nombres de importadoras venezolanas que enviaron millones de dólares por supuestas compras a firmas ecuatorianas. La Fiscalía determinó que estas compañías, que en su mayoría funcionaban en Guayaquil, fueron creadas con documentos alterados.
Por el caso Escastell ya fueron sentenciadas tres personas. Dos se encuentran prófugas.
Fuente: eluniverso.com