El fiscal federal Preet Bharara, el mismo que adelanta el caso de narcotràfico contra los sobrinos de Cilia Flores en Nueva York, logrò concretar la primera acusación por soborno contra un funcionario de la ONU en toda la historia de la organización.
Aquí la nota de Reuters:
Una empresaria china se declaró culpable en un juicio por sobornos que acusa a un expresidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas de haber aceptado más de un millón de dólares de fuentes en China para utilizar su cargo para promover varios intereses empresariales.
Heidi Piao, de 52 años, dijo a un juez en la corte federal en Manhattan que ella y otros arreglaron pagos secretos “con la intención de influenciar en John Ashe para que usara su poder de funcionario”.
La declaración de culpabilidad fue parte de un acuerdo de cooperación que podría obligar a Piao a testificar contra Ashe, un ex embajador de Antigua y Barbuda ante la ONU, y que le proporcionaría indulgencia sobre cargos de soborno, lavado de dinero y otros que conllevan una sentencia máxima combinada de 60 años en prisión.
Piao, una ciudadana estadounidense por naturalización, fue acusada el año pasado junto con el multimillonario chino Ng Lap Seng, Ashe y otros en un caso que según el fiscal federal Preet Bharara podría mostrar que “el cáncer de la corrupción que plaga demasiados gobiernos estatales y locales infecta también a las Naciones Unidas”.
Documentos de la corte acusan a Ashe de haber aceptado 200.000 dólares por parte de Piao y otro acusado a cambio de asistir y hablar en su calidad de funcionario en una conferencia privada en China organizada por un desarrollador inmobiliario. Además, Ashe aceptó también promover un negocio de 20 millones de dólares de una compañía no revelada para instalar “un sistema nacional de seguridad en internet” para Antigua, indican los documentos.
Los documentos gubernamentales acusan además a Ashe, de 61 años, de utilizar los sobornos para darse un estilo de vida fastuoso, para pagar 59.000 dólares en trajes hechos a la medida en Hong Kong, 54.000 dólares por dos relojes Rolex y 40.000 dólares para arrendar una camioneta nueva BMW X5. También compró una membresía en un club de South Carolina por 69.000 dólares, y construyó una cancha de baloncesto de 30.000 dólares en su casa en Dobbs Ferry, Nueva York, según los documentos.
Ng fue acusado de sobornar a Ashe para que apoyara la construcción de un centro de conferencias con costo multimillonario en Macao, donde él vivía.