A partir de 2005 el banco habría ayudado a unos cuatro mil clientes a proteger ocho mil millones de euros de fondos ganados de forma ilícita, en su mayor parte como ingresos no declarados a las autoridades italianas.
Se les vendió a los clientes pólizas de seguros emitidas por subsidiarias del banco en Lichtenstein y Bermuda. Eso les permitió eludir un impuesto suizo a los depósitos en cuentas en el exterior, al tiempo que seguían teniendo acceso a su dinero, que continuaban administrando desde cuentas suizas, dijeron las personas.
El banco suizo podría no haber pagado impuestos en Italia al no declarar las comisiones por la venta de seguros. “Los negocios de Credit Suisse con clientes privados se concentran de forma sistemática en los activos declarados, y tenemos reglas internas claras y procesos destinados a asegurar que nuestra actividad cumpla con las leyes italianas”, dijo el banco por correo electrónico.
Mayor vigilancia
Los bancos suizos son objeto de una mayor vigilancia en los últimos años en un contexto de represión internacional de la evasión fiscal. En 2014 se multó a Credit Suisse por dos mil 600 millones de dólares en Estados Unidos por contribuir a la evasión de impuestos por parte de sus ciudadanos. El banco pagó una multa de 150 millones de euros en Alemania en 2011 para zanjar un proceso judicial por acusaciones de que había ayudado a clientes a evadir impuestos. El Financiero