«Llevo detenido por el Reino Unido 5 años y medio sin cargos, con gran dificultad para ver a mi familia y a mis hijos», ha comenzado su intervención por videoconferencia Julian Assange. El fundador de Wikileaks insiste en que el informe emitido por el panel de expertos en derechos humanos de la ONU es «legalmente vinculante». El organismo ha informado de que su documento es lo que se califica como «Opinión oficial» y no un veredicto judicial, pero ha subrayado su importancia como grupo «autorizado» para la jurisdicción internacional.
Ha criticado al ministro de Exteriores británico, Phillip Hammond, por considerar que el informe de Naciones Unidas es «ridículo» y ha invitado al Reino Unido y Suecia ha proporcionarle los derechos que pide el organismo, incluida la libertad de movimiento.
El exjuez Baltasar Garzón, que pertenece al equipo de su defensa, ha asegurado que los informes del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias, como el emitido esta mañana, son imperativas. «Están obligados» a seguir las instrucciones de este grupo miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Ha criticado lo que a sus ojos es una «doble moral» de Suecia, por no acatar la conclusión del documento a la vez que pide formar parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
«Han tenido [por Reino Unido y Suecia] la oportunidad de presentar sus argumentos y han participado en todo el proceso [de investigación que ha durado más de un año]. Parece absurdo que ahora digan que esto no es una decisión válida», ha criticado Garzón.
Ha subrayado que se trata de una «opinión jurídica» de máximo nivel para establecer los estándares de justicia internacional. «Ningún tribunal de un país democrático va a condenar a Assange, por tanto mantener una detención arbitraria -como ha sido calificada- está completamente fuera de lugar», ha apuntado.
El exjuez ha advertido de que la continuación de la presente situación constituye una «tortura» que puede ser tratada como tal judicialmente. «La única decisión [posible] es la supresión de la orden de detención europea emitida por las autoridades suecas, que ha quedado sin contenido, y de forma insubsanable», ha concluido. «Casi todos los derechos que se podían violentar, se han violentado», ha asegurado, a la vez que ha recordado que Assange mostró su disposición para cooperar con las autoridades suecas.
Julian Assange ha afirmado que «esta victoria se debe en primer lugar a Baltasar Garzón y [al abogado] John Jones QC». «Echo de menos a mi familia, pero esta victoria ha traído una sonrisa a mi cara», ha reconocido.
Melinda Taylor, otra abogada del extenso equipo de defensa de Julian Assange, ha afirmado que la ONU apoya el caso del fundador de Wikileaks porque «tiene el derecho a ser escuchado y ese derecho se le ha negado durante cinco años». Además asegura que se enfrenta a una «perspectiva de una detención indefinida, [lo que supone] una tortura mental». Acusa al Gobierno británico de haber puesto su salud «en serio riesgo».
Assange no ha estado disponible en el turno de preguntas de la rueda de prensa y la abogada Melinda Taylor ha contestado por él a la pregunta de una periodista sobre «qué le diría hoy a las dos mujeres que le acusas de abuso sexual». Ha reiterado la petición de que las autoridades suecas le concedan la oportunidad de prestar declaración. Garzón ha incidido en que su deseo es continuar el procedimiento judicial y poder presentar sus pruebas.
Taylor ha evitado responder a la pregunta de por qué no responde el propio activista australiano a las preguntas de los periodistas. A la vez ha reconocido que permanece el temor a que acabe siendo extraditado a Estados Unidos por las filtraciones de Wikileaks de documentos secretos de ese país.
A la pregunta de por qué no sale de la embajada si tan clara es la victoria que supone el informe de la ONU, Garzón ha respondido: «Saldrá [de la embajada] inmediatamente que la orden de detención se anule y pueda ejercer su libertad de movimiento».
La rueda de prensa ha llegado tras el anuncio del panel de expertos en derechos humanos de la ONU en el que concluye que Julian Assange está «detenido de forma arbitraria por Reino Unido y Suecia».
La defensa del fundador de Wikileaks, de ciudadanía australiana, ha solicitado la devolución de su pasaporte y que acate la opinión de Naciones Unidas para dejarle libertad de movimiento. Assange permanece recluido en la embajada de Ecuador en Londres, donde vive como asilado político desde hace tres años y medio.
Tanto Reino Unido como Suecia han manifestado que el apoyo del panel de la ONU no cambia nada en la orden de arresto internacional emitida por el país nórdico, que le requiere después de que fuera acusado allí de dos presuntos casos de abusos sexuales. El Español