De acuerdo a proyecciones manejadas por el Observatorio Venezolano de la Violencia,, a pesar del cierre de la frontera, justificada por la presencia de paramilitares, la criminalidad no ha disminuido en el estado Táchira, al contrario, hubo 9% más homicidios, precisa su presidene , Roberto Briceño León.
Así lo revela la información de Javier Ignacio Mayorca, publicada en El Nacional, donde detalla cual es la situación de la frontera en el estado Táchira, tal como se describe a continuación:
El bloqueo del paso entre Venezuela y Colombia fue decidido luego de un incidente que el presidente Nicolás Maduro atribuyó a paramilitares del vecino país: dos hombres en motocicleta atacaron a tiros un vehículo en el que iban miembros del Ejército, quienes vestían de civil y hacían supuestas labores de inteligencia para detectar contrabando de extracción en San Antonio del Táchira el 18 de agosto del año pasado.
La camioneta en la que iban los militares tampoco tenía identificación oficial.
Un informe del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz descarta la tesis de que la criminalidad en el estado Táchira sea llevada a cabo por supuestos paramilitares colombianos.
El documento, elaborado durante la primera quincena de noviembre, contiene una relación de las principales organizaciones delictivas de la región, así como los nombres, apellidos, nacionalidades, delitos y bandas a las que pertenecerían los aprehendidos durante el cierre de la frontera ordenado por Maduro.
Hasta el momento en que se hizo el informe, el Gobierno reportó el desmantelamiento de 58 bandas, gracias a la detención de 86 personas; es decir: menos de dos individuos por cada supuesta organización delictiva.
De todos los detenidos en el lapso analizado en el texto, solo 11,2% (21) era indocumentado o tenía identificación emitida por autoridades colombianas.
Octubre fue el mes en el que más bandas fueron desmanteladas, con 29. Hubo 96 detenidos y solo 4 de ellos eran colombianos.
Aunque el cierre de la frontera fue decidido como una medida extrema para combatir lo que el titular del MRIJP, mayor general Gustavo González, denominó “hampa paramilitar” y el paso a Colombia de mercancías subsidiadas, la mayoría de las detenciones se debió a posesión o tráfico de drogas, porte ilícito de armas y robo o hurto de vehículos.
Solo una de las bandas desmanteladas, llamada Los Valencianos, fue vinculada directamente con actividades terroristas. Tres de sus miembros fueron apresados el 19 de octubre en Coloncito, al norte del estado Táchira. Todos ellos, por cierto, son venezolanos.
De los 186 supuestos integrantes de bandas detenidos durante el lapso analizado, únicamente tres se dedicarían al contrabando.
“Construir un enemigo”
En 2015 fueron reportados los secuestros de dos personas en la misma entidad. Ambos ocurrieron luego del cierre fronterizo. En 2014 hubo tres casos.
El gobernador de ese estado, capitán retirado José Gregorio Vielma Mora, aseguró que la criminalidad violenta disminuyó a propósito del bloqueo en la zona limítrofe con Colombia. No obstante, el presidente del Observatorio Venezolano de la Violencia, Roberto Briceño León, afirmó que hubo 9% más homicidios.
Los cálculos de esa organización se basan en proyecciones estadísticas, elaboradas con la participación de integrantes de la Universidad Católica del Táchira. Briceño exhortó al mandatario regional a que precise las cifras sobre la materia.
“Ninguno de los indicadores que manejamos señalan que pudo haberse dado una disminución de la criminalidad en Táchira durante 2015”, sostuvo.
Tal como él mismo indica, en esa región operan tanto elementos del paramilitarismo como guerrilleros y hampones comunes desde hace mucho tiempo. Por esta razón, no necesitan salir del país.
“La historia de los paramilitares es una forma de atribuir la culpa a un factor externo. Lo mismo de atribuir la escasez a la guerra económica y al ‘imperio’. Tienen que construir un enemigo externo”, añadió.
Cinco bandas
Según el Ejecutivo, en la región tachirense operan cinco grandes bandas.
En San Cristóbal dominaría la organización El Carrousel de la Cruz. “Son distribuidores de drogas y cometen atracos a transeúntes”, indica el documento. Tiene seis integrantes. En la misma ciudad otro grupo se denomina Parche de Toituna. Su fuerte es el robo de vehículos y tiene cuatro integrantes.
En el eje San Antonio-Ureña fueron detectadas dos organizaciones: los Gaitanistas y El Cauchero. Ambas son conocidas por la extorsión, el secuestro y el sicariato.
El grupo con mayor número de miembros, llamado El Cepillo, opera en el sector Panamericano. Tiene 32 integrantes que secuestran y extorsionan a comerciantes. Es la única a la que el Gobierno atribuye delitos de terrorismo.