Caracas | La economía venezolana registró en 2015 el peor desempeño de un país de América, con una contracción de 5,7 por ciento y un a inflación que casi se triplicó, golpeada por el impacto del derrumbe de los precios del crudo, según cifras oficiales divulgadas el jueves. Foto Reuters/Carlos García Rawlins
El Banco Central de Venezuela (BCV) publicó los datos horas después de que el presidente Nicolás Maduro anunciara medidas para paliar la crisis económica, que incluyeron el alza de los precios de la gasolina más barata del mundo, tras casi 20 años congelados, y una devaluación del 37 por ciento.
La economía del país petrolero sudamericano prolongó la recesión que comenzó a principios del 2014 y cerró el año pasado con la inflación más alta del mundo, de un 180,9 por ciento.
La peor parte del descalabro se la llevó el sector privado, con un decrecimiento del 8,4 por ciento en el 2015, por la menor disponibilidad de materias primas en medio de la escasez de divisas, lo cual atrofió la manufactura. El sector público se expandió 1,1 por ciento.
El Producto Interno Bruto (PIB) del sector petrolero, clave para las finanzas locales, decreció un 0,9 por ciento y la economía no petrolera se desplomó un 5,6 por ciento, detalló el BCV en un informe.
«A esto se suma la situación de desabastecimiento de productos, lo cual es percibido por la población como uno de los principales problemas que aquejan al país, junto a la especulación y el acaparamiento», argumentó el emisor en referencia a la aguda escasez de alimentos y medicinas.
No obstante, el instituto no publicó el índice de escasez que dejó de divulgar hace dos años cuando comenzó a subir sin control. Las largas filas se han vuelto comunes en las afueras de los mercados y farmacias de todo el país.
Los precios de los alimentos y bebidas fueron los que más crecieron el año pasado, un 315 por ciento; seguidos por los de restaurantes y hoteles, que se incrementaron en un 294,1 por ciento, precisaron los datos.
Asimismo, los precios de rubros sensibles como vestido y calzado aumentaron un 146,5 por ciento, mientras que los costos de la salud más que se duplicaron.
El Gobierno de Maduro sostiene que los desequilibrios son parte de una «guerra económica» llevada a cabo por la oposición y empresarios inescrupulosos. Pero sus adversarios dicen que la crisis es el corolario de más de una década de controles que han golpeado el aparato productivo e incrementado la dependencia de las exportaciones petroleras.
«Tarde y poco»
Entre las medidas anunciadas el miércoles en la noche por Maduro también está el alza progresiva de los precios de un centenar de productos, cuyos valores se mantienen congelados desde hace años por controles estatales.
Analistas concordaron en que las medidas presentadas por Maduro se quedarían cortas para cerrar la brecha del déficit dejado por el derrumbe de los ingresos -que el Gobierno calcula en 70 por ciento-, pero los aliados del presidente las avalaron.
«El Partido Socialista Unido de Venezuela saluda y respalda activamente los anuncios (…) que realizó nuestro Presidente con el objetivo de derrotar la guerra económica y rescatar la estabilidad», dijo el oficialista PSUV en un comunicado.
Entre otros datos, el BCV también informó que la cuenta corriente del país anotó un déficit de 18.150 millones de dólares en 2015, mientras que la cuenta capital y financiera mostró un resultado positivo de 16.507 millones de dólares.
Las exportaciones cayeron un 50 por ciento, en línea con la baja del precio de la cesta de crudo venezolana. Las importaciones retrocedieron un 22,3 por ciento.
«Los anuncios fueron similares a lo esperado y, quizá, más simbólicos que sustantivos», opinó Siobhan Morden, de la banca de inversión Nomura. «Son insuficientes para corregir las distorsiones o resolver la disponibilidad de efectivo».
Algunos venezolanos coincidieron con los economistas«Las medidas de Maduro no van a solucionar la crisis en que vivimos (…) Ya es muy tarde. Nada va a cambiar. Hoy, por ejemplo, la cola es más larga que ayer», dijo María Hernández, una ama de cada de 45 años que esperaba en un larga fila para poder entrar a un supermercado del este de Caracas.
A pesar del ahorro que significará el aumento de la gasolina, analistas todavía dudan que Venezuela tenga la capacidad de honrar su deuda internacional en la segunda mitad del año, cuando la estatal PDVSA y la República deben pagar casi 5.000 millones de dólares.
Desde el viernes, la gasolina de más alto octanaje costará 62 veces más, pero aún será una de las más baratas del mundo.
Los aumentos del combustible en Venezuela suelen estar relacionados con explosiones sociales. Un recorrido de Reuters la mañana del jueves constató que en las principales ciudades del país las actividades se mantenían con normalidad.
La deuda soberana venezolana también parecía asimilar los anuncios y siguiendo el alza del crudo se movía en terreno positivo al inicio de la jornada, con el marcador del mercado, el Global 2027, cotizando un 0,8 por ciento por encima.(Reuters) –
