Para José Toro Hardy ninguna empresa puede ser desviada de su misión y vocación. Estima que Pdvsa dejó de ser exitosa y eficiente porque dejó de realizar labores petroleras para convertirse en una gigante caja chica para financiar obras sociales.
En una amplia entrevista del periodista Javier Vargas, publicada en El Impulso – CCD la reproduce parcialmente – el experto economista recuerda que cuando el presidente Hugo Chávez llegó al poder, Pdvsa era la segunda mayor petrolera del mundo, pero esa condición se perdió porque una empresa petrolera tiene que producir, refinar, comercializar y transportar petróleo de la manera más eficiente posible; pero eso pasó a segundo plano porque Chávez la empezó a usar como caja chica del Gobierno y del PSUV, para convertirlo en un partido todopoderoso y prolongarse en el poder. “Hoy Pdvsa es una especie de Estado frente al Estado, debe tener un ministerio de vivienda, salud, educación, alimentación; eso no debe ser así, debe dedicarse a su labor”
Señala dos causas catastróficas: Frenaron muchas inversiones necesarias para que la empresa se mantuviera productiva y luego vino el despilfarro de sus ingresos. “Pdvsa debió seguir enfocada en la actividad petrolera para generar divisas a su único socio accionista que es el Estado venezolano. Tenía que generar la mayor cantidad posible de recursos vía Impuesto Sobre la Renta, regalía y dividendos y no dedicarse desarrollar obras sociales. El Estado debió desarrollar esas obras aparte, con los capitales que le proporcionara la petrolera”.
La otra actividad que en su criterio debe dejar de hacer la estatal es seguir enviándole petróleo subsidiado a Cuba, Nicaragua, Islas del Caribe, vía Petrocaribe o Petroamérica, en América Latina.
Para él los momentos de crisis son aquellos en los que se debe ser más eficientes, por eso se deben recortar esos envíos. “Cuando los precios del petróleo llegaron a 116$ por barril, había graves dificultades para los países del Caribe en cubrir la renta petrolera y hubo el compromiso de atenderlos, ahora con los precios por el suelo, ellos ya no tienen los problemas de antes, los que si tenemos problemas somos nosotros”.
Empresa descerebrada
Piensa que con el actual Gobierno Pdvsa no volverá a ser lo que era en el pasado. Cree que debe venir otro gobierno que le devuelva la dimensión que antes tenía. “Tenía 40 mil trabajadores de los cuales les despidieron 20 mil que tenían en promedio 15 años de experiencia trabajando para la industria. Es decir en aquel momento lanzaron a la basura 300 mil años de experiencia y conocimiento”.
Es necesario, dice, tratar de recuperar el personal despedido por Chávez porque representaba la masa cefálica de la empresa. “Los despedidos representaban el 75% de la nómina mayor (técnicos y ejecutivos) que es donde se concentraba la mayor experiencia y conocimiento. A Pdvsa la descerebraron y después la politizaron, la burocratizaron y luego la pusieron a cumplir funciones que no le correspondían. Nada de extraño, tiene la gravísima situación en la que está la empresa y que genera consecuencias como el castigo injusto a los venezolanos con un aumento de gasolina de 6.000% tras la bonanza petrolera que acaba de vivir el país, la más alta en su historia”.
El analista celebra que los países no quiebren y que Pdvsa sea la principal empresa del país, pero insiste en que la mala dirección la ha llevado a una situación delicada y a una pésima crisis al país, aún cuando los precios del petróleo se mantienen cercanos a los 30$ por barril. “Con el barril a 7$ Pdvsa todavía era productiva y fue durante muchísimos años la empresa petrolera más rentable del mundo. Era más rentable que Exxon, BP, Shell. Con el barril a 7$ nunca se vieron colas en los supermercado y había casas y repuesto para carro; el problema es que Chávez expropió 1500 empresas que hoy están improductiva y 4 millones de hectáreas que tampoco producen, eso sumado al mal manejo que le dio a Pdvsa, nos ha llevado a vivir la peor crisis de la historia, tras la mayor bonanza.”
Otra preocupación para Toro Hardy es que Pdvsa por la mala práctica de sus labores ha venido perdiendo una serie de arbitrajes y aún falta el más significativo con ConocoPhillips por un monto de 30 mil millones de dólares por nacionalizar activos de ésta en Venezuela. “De perderse ese arbitraje como viene ocurriendo con los anteriores Pdvsa tendría que pagar al menos una fracción de esa cifra y eso sería un duro golpe ante la situación complicada”.
Todas esas reflexiones llevan a Toro Hardy al año 1.962 cuando apenas era un jovencito, estudiante universitario de 20 años, y observó por televisión en un debate a dos personajes a quienes considera gigantes intelectuales del país: uno era Arturo Uslar Pietri quien sostenía en ese debate que el petróleo debía sembrarse y Juan Pablo Pérez Alfonzo, quien decía que el petróleo era el excremento del diablo. Luego de viajar en el tiempo Toro Hardy rompe sus recuerdos, y ya en la actualidad piensa que ambos tuvieron razón y desea que pronto llegue el día en que se siembre el petróleo en Venezuela, para que deje de ser el excremento del diablo y se convierta en la punta del iceberg para alcanzar una economía sostenible para el bienestar de todos los venezolanos.
Mucho que perder con venta de Citgo
Desde el mes de octubre de 2015 agencias internacionales de noticias han señalado el supuesto interés del Gobierno venezolano en vender CitgoPetroleum para evitar el pago de indemnizaciones a la petrolera estadounidense ConocoPhillips, de acuerdo con documentos presentados por la firma en tribunales de EE.UU.
Con la negociación de Citgo, Venezuela perdería la capacidad de refinación en la zona centro-oeste de Estado Unidos y su golfo, donde la empresa posee refinerías en Illinois, Louisiana y Texas con una capacidad combinada de unos 750 mil barriles diarios.
Citgo tiene también 48 terminales petroleras. La supuesta oferta habría despertado el interés de otras petroleras como Valero, Chevron, Marathon y Phillips 66.
La venta de Citgo impediría que se confisquen sus refinerías en EE.UU. si un tribunal apoya solicitudes de ConocoPhillips, pero las pérdidas para el país serían catastróficas.
En los litigios con ConocoPhillips y ExxonMobil, se le solicitan a Venezuela una indemnización que suma US$42.000mn en total por la nacionalización de los activos de Conoco en 2007. El Gobierno nacional ha negado rotundamente este rumor