Banca Privada d’Andorra (BPA) la entidad intervenida en marzo de 2015 a raíz de una denuncia de Estados Unidos por blanqueo de capitales procedentes del crimen organizado, se ha colocado en el objetivo de los fondos oportunistas JC Flowers (JCF) y Apollo Global Investments.
De acuerdo a la información de El Mundo de España, ambos fondos son conocedores del proceso de reestructuración del sistema financiero español que se abrió con la crisis en 2008 y conocidos a su vez por haber acudido a la compra de distintas entidades nacionalizadas y en manos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). JCF ha sido muy activo en España pero con escasos resultados.
El fondo especializado en compañías con «complejos fundamentos de negocio y marcos regulatorios dinámicos» tiene en BPA un caso hecho a su medida. Está presente en Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Japón, Reino Unido, y Luxemburgo, entre otros países.
Se interesó por NCG Banco y Unnim, además de Catalunya Banc, adquirida en 2014 por BBVA, y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que acabó en manos de Banco Sabadell en diciembre de 2011 al precio simbólico de un euro. El Banco de España vigiló muy de cerca los movimientos del fondo estadounidense.
Por su parte, Apollo Global Investments tuvo mayor acierto al comprar en 2013 a NCG Banco su unidad de negocio EVO Banco (80 oficinas con una plantilla de 590 personas) por 60 millones de euros.
Previamente, en 2011, adquirió a Bank of America su división de tarjetas de crédito en España por 400 millones; créditos al consumo de Citibank en 2012 y en 2013 adquirió FinanMadrid, una filial de Bankia especializada en la concesión de créditos para la compra de vehículos.
Ocho bancos interesados
Ahora, casi un año después de la explosiva intervención de BPA, el Gobierno andorrano quiere acelerar el traspaso de los activos de la entidad intervenida y ha abierto a ocho bancos interesados la conocida como data room. Esta es la fase en la que los compradores seleccionados analizan toda la información del balance, de las cuentas y de los clientes del banco. Además de dos extranjeros y los fondos buitre, Credit Andorrá, BSA, AndBank y Morabank son las entidades locales interesadas.
Este proceso está avanzando con mucho retraso. En el procedimiento de venta de la entidad la consultora PwC ayudó a auditar las cuentas para traspasar un 95% de los activos de clientes de BPA a Vall Banc.
Pero las dudas de los inversores no ayudan. Para un pequeño país como Andorra cuya economía se basa en el sector financiero, la estrepitosa caída de BPA fue un duro golpe que interesa resolver sin dilación para que el resto de entidades no se vean afectadas.
La entrega de la entidad a fondos buitre, según opinan fuentes cercanas al proceso, sería un indicador de las dificultades andorranas para salir airosas de la mayor crisis que ha atravesado nunca su sector financiero. Vall Banc quedaría al margen de la demanda que han interpuesto contra el Gobierno de Andorra los accionistas del banco intervenido: la familia Cierco.
Los propietarios del 75% de Banca Privada d’Andorra reclaman a la Administración andorrana 365 millones de euros en concepto de indemnización por la caída del banco. En su demanda, sostienen que el Gobierno andorrano omitió los riesgos que suponían las sospechas de blanqueo de capitales manifestadas por el Tesoro estadounidense desde el año 2014.
Fuentes cercanas a este proceso indican que el balance de la entidad, incluyendo todo tipo de conceptos, ascendería a alrededor de 2.000 millones de euros. Todo el proceso está dirigido por el Gobierno andorrano a través de la Agencia Estatal de Resolución de Entidades Bancarias (AREB) y el Instituto Nacional Andorrano de las Finanzas (INAF). El asesor en este proceso de venta es la firma Key Capital Partners.