Precisa la información de El Universal que entre las acusaciones que hizo, señaló que la refinería de Amuay, la más grande del país, «no está produciendo ni un litro de gasolina» y que la refinería Cardón también está por debajo de sus capacidades en esta área.
El sindicalista dijo que «Amuay está en el suelo» y que después del «blackout» (apagón) que sufrió el CRP hace cuatro semanas no ha podido iniciar sus actividades regulares, al igual que en Cardón, donde, a pesar de producirse gasolina, la planta eléctrica está fallando, razón por la que no se pueden poner diversas unidades en servicio.
«Estamos produciendo 560.000 barriles diarios en el CRP de una capacidad de 955.000… La producción de gasolina es baja, ahorita el tema no es el de aumentarla, lo cual es nefasto, sino que no se está produciendo. Tampoco aceite, tenemos problemas con el gas de uso doméstico, estamos importando productos. Lo primero que se debe pensar es en la recuperación y la productividad, para lo que necesitamos una gerencia diferente», indicó Freites.
El incumplimiento del contrato colectivo fue otro tópico que sacó a relucir el sindicato, exponiendo que «del aumento salarial de 143 por ciento que se aprobó, solo se canceló 81 por ciento, como pasó con la tarjeta de alimentación en la que se esperaba un incremento de 85 por ciento y se recibió nada más el 60 por ciento. Sin contar que las políticas tributarias erradas del gobierno están obligando a los trabajadores petroleros a pagar demasiado por el Impuesto Sobre la Renta».
También fue repudiado que haya deudas con el sector contratista y que éste no reciba los implementos de seguridad adecuados para el desarrollo de sus actividades laborales, alegando además que las paradas e incidentes que sufren las refinerías mantienen a los trabajadores frente a mayores riesgos.
«Este gobierno que se hace llamar obrerista a quien más está haciendo padecer es al que menos tiene, precisamente a la clase obrera», añadió.