Carlos Tablante, exgobernador del estado Aragua, estimó que la aguda crisis que atraviesa Venezuela es por “el gran saqueo” durante la denominada “revolución bolivariana”.
Sus denuncias son muchas y amplias, abarcan desde la gestión de Rafael Ramírez en Pdvsa, Claudia Díaz Guillén, enfermera del fallecido presidente Hugo Chávez y extesorera general de la República, y un grupo de tenientes militares “millonarios” en el exterior.
El exconstituyente y autor del libro “El gran saqueo”, durante una entrevista con esta redacción, también se refirió al choque entre la AN, TSJ y el Ejecutivo. Consideró que el primero, representa la voluntad mayoritaria de los venezolanos, que se expresó el pasado 6 de diciembre eligiendo a una mayoría opositora.
LA ENTREVISTA CON SUMARIUM
En su libro habla de varios casos de corrupción, entre ellos vinculantes a Rafael Ramírez…
Tablante: Uno de los principales responsables del gran saqueo que sufrió el país, sobre todo después del control de cambio en 2003, es Rafael Ramírez. Estamos hablando que el monto de lo que resulta no auditable, manejado sin transparencia y de manera ineficiente por la vía de la corrupción, es de aproximadamente 350.000 millones de dólares.
¿Qué relación tienen con estos casos los familiares de Ramírez?
Tablante: Buena parte de estos recursos se mal administraron por la vía de Rafael Ramírez, su cuñado Baldo Sansó y su primo hermano Diego Salazar Carreño, en todo lo que fue negocios financieros, emisión de bonos, papeles, se produjeron ganancias brutales en manipulaciones financieras entre el dólar oficial y paralelo en las que estuvo incurso directamente su cuñado.
¿Y Salazar?
Tablante: En el caso de Diego Salazar, el manejo de los seguros y reaseguros, donde la tragedia de Amuay puso en evidencia que las empresas que tenían esos contratos no fueron capaz de cubrir el siniestro y por eso inventaron la tesis de que todo fue un sabotaje político.
Diego Salazar y los hermanos de Rafael Ramírez aparecen con cuentas hasta por 2.000 millones de dólares con otros funcionarios en la banca privada de Andorra y esos recursos estarían vinculados a la corrupción de Pdvsa, por ejemplo, los contratos para la emergencia eléctrica 60.000 millones de dólares; para la importación de alimentos y medicinas que llegaron con fecha de vencimiento próximas y la mayoría de ellos al final fueron inutilizados por inservibles, lo que generaron jugosas ganancias para quienes aprovechándose de la relación con Ramírez, obtuvieron esas contrataciones.
¿Entonces Ramírez el mal de Pdvsa?
Tablante: Rafael Ramírez fue el que destruyó a Pdvsa, fue el primero que dijo que era ‘roja rojita’, y la destruyó como industria petrolera y la convirtió en un instrumento al servicio de un partido político como el Psuv. Es decir, Pdvsa se convirtió con Rafael Ramírez en una maquinaria de corrupción y sin duda él tiene que ser investigado y sancionado.
También se refirió a una enfermera del presidente Chávez ¿Y la historia de los “muchachos de Chávez”?
Tablante: Los muchachos de Chávez eran un grupo de jóvenes oficiales, tenientes; uno por ejemplo de nombre Alejandro Andrade, Rafael Isea y el capitán Carlos Aguilera. Eran como una especie de primer anillo que apoyaban a Chávez y que lo asistían desde el punto de vista logístico y de transporte, que se han convertido ahora en una anillo súper millonario, se convirtieron en boliburgueses, se dedicaron a la buena vida y muchos exhiben la fortuna que se llevaron de Venezuela desde el exterior, con propiedades, yates, aviones, proyectando en Facebook el placer mientras en Venezuela se hace cola para comer.
Dentro de esa trama entra el nombramiento de Claudia Díaz como tesorera general de la República, siendo sargento técnico de la guardia y enfermera de Hugo Chávez, sin ningún conocimiento de finanzas y administración. El esposo de ella que era el edecán, escolta de Huguito -o sea del hijo de Chávez- el capitán Adrián Velásquez, alias Guarapiche; ellos durante la gestión hicieron todas las manipulaciones con los papeles que estaban bajo la custodia de la tesorería, y el pago de los intereses de deuda externa con las mismas negociaciones favorables para quienes actuaban como operadores financieros con el diferencial cambiario.
¿Cómo interpreta la sentencia del TSJ contra la AN?
Tablante: La AN representa la voluntad mayoritaria de los venezolanos. Es el poder más representativo de la democracia, ningún poder puede anular y aplastar el poder de los ciudadanos que se sienten representados en esos diputados.
Yo creo que en el fondo la sentencia del TSJ trata de amedrentar a los diputados para que no investiguen la comisión que hasta ahora se ha ido adueñando del país con absoluta impunidad, con un poder judicial que ha sido cómplice de esa corrupción que no ha investigado a fondo, que ha permitido que se expanda y que controle y secuestre al Estado. Los jueces se convirtieron en milicianos de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello.
Algunos sectores opositores han mencionado activar el artículo 350 de la Constitución ¿Qué ruta cree que debe tomar la AN?
Tablante: Hay que actuar con la fuerza de la serenidad y convicciones de que estamos cumpliendo con la Constitución. Cualquier acción que vayamos a tomar tiene que ser bien estudiada, sin caer en las provocaciones de quienes pretenden meternos por la calle ciega de la confrontación, enfrentamiento y la violencia. Buscando todas las opciones que existan en la Constitución y que sean viables para encontrar la salida más democrática a los males que atraviesa el país
Usted fue constituyente en el 99… ¿Apoyaría otra Asamblea?
Tablante: Sí, claro. La Constitución debe ser renovada porque quedaron muchas asignaturas pendientes, como la descentralización, el papel de la Fuerza Armada, el exagerado presidencialismo y otras que obligan a estudiar el texto constitucional, aunque por supuesto, hay unos derechos fundamentales como los económicos, sociales, culturales, ambientales y los Derechos Humanos que tiene carácter progresivo, que solo pueden ser ampliados y mejorados.
Pero sobre todo estamos ante una emergencia institucional, de conflicto de poderes que está provocando el presidente Maduro, utilizando a los magistrados del TSJ y entonces la Constituyente debe ser el espacio para el diálogo y la reconciliación nacional donde todo el país se encuentre y que incluso se pueda intervenir a los poderes constituidos para legitimarlos y ponerlos en sintonía con los tiempos difíciles que está pasando el país.