El sistema cambiario de divisas número 35, sigue manteniendo una brecha de 200 por ciento entre las dos tasas de cambio, lo que significa una tentación para los corruptos, para los cazadores de renta o especuladores cambiarios, expone el economista Víctor Álvarez.
En nota informativa de Dinero, explica que el nuevo sistema cambiario dual no corrige el sistema perverso que existe en Venezuela y sumerge al país en crisis, a merced de una tercera tasa paralela que rige los costos de la economía, ya que es la que se consigue en el libre mercado.
Sin embargo, si la tasa de Divisas Complementarias (Dicom) flota y se rige bajo las leyes del libre mercado, y hay suficiente inyección de dólares, “es lo que finalmente puede cerrar la brecha con el mercado paralelo”, afirma el economista Víctor Álvarez.
La efectividad de este sistema puede hacer la diferencia. “La única manera es que los inversionistas al convertir sus dólares obtengan la mayor cantidad de bolívares para poder cubrir los costos domésticos, de materia prima, insumos, y pago de fuerza de trabajo”, afirma Álvarez.
Este sistema “dependerá de las nuevas fuentes de divisas que alimenten el Dicom por concepto de la renta petrolera, y la posibilidad de que se activen nuevas fuentes de divisas por la vía de la repatriación de capitales, y la inversión extranjera, e incluso por la vía del turismo internacional”, dijo.
Escenario real y antecedente
El sistema cambiario de divisas número 35, sigue manteniendo una brecha de 200 por ciento entre las dos tasas de cambio, lo que significa una tentación para los corruptos, para los cazadores de renta o especuladores cambiarios, explicó el economista Víctor Álvarez.
“Las decisiones recientes en política cambiaria no corrigen las graves distorsiones que ha generado el régimen de cambios múltiples, por el contrario, prolongan los incentivos perversos que representan la enorme brecha entre Dipro y Dicom”, explicó Álvarez.
A pesar que el vicepresidente para el área económica afirmó que el nuevo sistema de cambio será flotante, ya son promesas hechas y rotas tanto por el Gobierno de Hugo Chávez como de Nicolás Maduro con el Sitme, Sicad I y II, así como Simadi.
“El Gobierno varias veces ha anunciado un tipo de cambio flotante pero a cierto monto quedaba congelado (…) y termino siendo un sistema de contra subasta, ya que las asignaciones se les terminó dando a las ofertas más bajas. El Gobierno le impuso una barrera psicológica”, afirma el economista.
Bajo estos antecedentes existen más probabilidades que Dicom sea lo mismo, de hecho, el Sistema Marginal de Divisas (Simadi) que se regiría como “flotante” y que no ha logrado liquidar más del 10 por ciento del mercado, quedó con una barrera psicológica alrededor de 200 bolívares.
Simadi, que funciona desde febrero de 2015, sólo ha recibido una inyección de capital por parte de PDVSA al cierre del año, y lo hizo por 700 millones de dólares, según la Memoria y cuenta del Ministerio del Petróleo y Minería.
Álvarez explica que “la propia sobrevivencia fiscal del Gobierno ante el colapso de los precios del petróleo implica y obliga a que la menguada renta petrolera que en estos momentos está recibiendo PDVSA, genere una mayor cantidad de bolívares por dólar”, afirma.
De lo contrario, si “el Gobierno sigue rematando el mayor porcentaje en divisas a una tasa tan baja de apenas 10 bolívares por cada dólar, no va a recoger o levantar los suficientes bolívares que necesita para corregir los déficit de PDVSA y para poder alimentar las arcas fiscales”, dijo.
ISLR
El Producto Interno Bruto (PIB) registró una caída de 5,9 por ciento durante 2015, una cifra para Álvarez afirma que está subestimada, esto significa que muchas empresas van a declararse en pérdida, y no van a aportar ISLR al fisco.
Por otro lado, hay un creciente proceso de informalización de la economía que se expresa en un creciente número de operaciones de compra y venta, que se hacen sin reclamar la factura del IVA, para no tener que pagar el impuesto.
“Es la forma en la que el ciudadano busca la manera de estirar su poder de compra, y así poder sobrevivir a un castigo que incluye una inflación de 180 por ciento, y en el sector alimentos en 300 por ciento”, afirma el economista.
Pero esta acción de eludir los pagos del IVA, repercute en el ingreso fiscal, de modo que la única “maniobra que le está quedando al Gobierno para poder generar más bolívares, es vender los dólares más caro, para no tener que reducir las asignaciones en el Dipro, y vender una mayor cantidad de dólares en el Dicom”, dijo Álvarez.
Ahora, bajo esas circunstancias, “el Gobierno entiende que no se puede seguir suicidando, por lo que tendrá que dejar que Dicom flote libremente, y eso es lo que finalmente puede cerrar la brecha con el mercado paralelo”, afirma.
Por ahora, Simadi, que actualmente funciona como el mercado de sistema «flotante», pasará a llamarse Divisas Complementarias (Dicom) en veinte días. Se cotiza en 215,3366 bolívares, y liquidó tan solo al 6,95 del mercado.