Una extorsión que se planeó y se ejecutó desde el retén El Marite dejó al descubierto las mafias policiales que hay dentro del recinto. A las 4:00 pm de este lunes empezó todo, según fuentes de total credibilidad, por el enfriamiento de autos robados. Los reos pretendían cobrar la extorsión desde el centro de arrestos con la presunta venia de los oficiales del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez) que se encargan de la “vigilancia” y “custodia” del retén que alberga a unos 2.000 procesados.
La información de Versión Final agrega que en el intercambio de disparos quedó herido el jefe del Diep, Gerson Guerrero y tres de sus agentes con heridas de fusiles R-15, trascendió.
Versiones daban cuenta que dentro tenían secuestrado a dos comerciantes y ocultaban una camioneta Ford FX4, color gris, y un Rey Camión. Un grupo de funcionarios de la Dirección de Inteligencia y Estrategias Preventivas (Diep) del Cpbez ingresó a recuperarlas cuando comenzó el tiroteo.
La pregunta que todos se hacen: ¿Quién permitió el acceso de esos camiones? ¿Dónde estaban los celadores de esos portones? Y ¿cómo un reo tiene el poder de dar la orden para que un auto robado entre al penal que tiene restringido el paso de un civil cuando no es día de visita?
Lo vivido ayer en El Marite destapa la corrupción que hay dentro. Con unas autoridades de seguridad cómplices ante tal situación que pone en tela de juicio el “orden” y “control” que supuestamente existe en el lugar.
Más de seis cuadras cerraron los funcionarios del Cpbez y de la GNB. No dejaban que nadie se acercara, ni siquiera la prensa. Mujeres lloraban, decían que a todos los iban a matar, que no sabían el por qué del tiroteo. Juraban que sus familiares no eran los responsables de los disparos.
Desde el teléfono de una mujer trajeada con manta guajira el equipo de Versión Final se comunicó con un procesado, quien contó que los policías ingresaron haciendo disparos. “Estoy en el área del ‘Búnker’, cada quien estaba en su letra cuando escuchamos las detonaciones”, decía.
Las mujeres repetían una y otra vez que las tanquetas que estaban estacionadas afuera eran para ingresar y no dejar vivo a nadie. Mientras más se acercaban los allegados más se estrechaba el acceso. Desde el sector El Muro hasta el final de la cerca que delimita al réten el paso estaba cerrado.
Los allegados exigían que al lugar llegara un fiscal del Ministerio Público y el Gobernador del Zulia. También pedían que acabara el abuso policial al que se estaban expuestos. Otro reo que convive en el pabellón B detalló que la situación dentro del penal estaba tensa porque los policías querían ingresar a todos los pabellones.
Mary Orozco, quien tiene a su hijo detenido por robo, aseguró dentro hay una guerra por el control de las vacunas. Que ese fue el detonante real.
Paola Hernández, esposa de un recluso, dijo que los oficiales están al tanto de todas los ilícitos. La tensa calma se avivó cuando familiares, al ver que unos oficiales se lanzaban desde una garita situada en una esquina, gritaban: “Ahí llevan los bolsos con plata, toménles fotos con el dinero”. Una batalla por el cobro de vacuna sería el detonante del careo.
Luego se escuchó la ráfaga de disparos de perdigones y bombas lacrimógenas que afectaron a niños, ancianos, mujeres y periodistas que aguardaban en el perímetro. Seguidamente, unos ocho funcionarios del Cpbez arremetieron en contra de José López, Ángel Romero, José Antonio González y María Fuenmayor, periodistas y fotógrafos de los diarios La Verdad y de un portal digital regional.
Humberto Matheus, jefe de Fotografía de Versión Final recibió golpes e insultos. Lo amenazaron con tirotearlo dos veces en la cabeza sino borraba las fotos. Biagio Parisi, secretario de Seguridad, no apareció y no contestó los llamados de ayuda.