El tribunal arbitral del Banco Mundial ordenó a Venezuela pagar casi 100 millones de dólares a la empresa ganadera británica Vestey Group por la nacionalización de un grupo de haciendas, agregando nuevos reclamos a la pila de compromisos que ya tiene el país en recesión.
El fallecido ex presidente de Venezuela Hugo Chávez ordenó en 2005 a sus fuerzas militares tomar el control de los ranchos de Vestey en los llanos, para repoblar y cultivar las zonas rurales que en gran medida habían sido abandonadas luego del auge de la industria petrolera del país.
La ola de nacionalizaciones ordenada por Chávez, que incluyó también sectores clave como petróleo, acero y minoristas, trajo como consecuencia una veintena de pleitos internacionales y búsquedas de compensaciones, muchos de los cuales han llegado a término en los últimos años.
El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) ordenó a Venezuela pagar 98 millones de dólares más intereses, de acuerdo con una copia de la decisión a la que tuvo acceso Reuters y que aún no estaba disponible en el portal del organismo.
Venezuela ha buscado anular o reducir el pago de varias disputas arbitrales recientes.
El abogado Diego Gosis, que representa al país en la disputa, dijo a Reuters que probablemente introducirán un recurso de anulación total o parcial de la decisión, aunque explicó que es “pronto para definir todavía los cursos de acción”.
Los hatos pertenecían a una subsidiaria en Venezuela de Vestey Group, una compañía de productos cárnicos, propiedad de la familia Vestey de Gran Bretaña, que comenzó sus operaciones en Venezuela a principios del Siglo XX.
Chávez entregó a miles de agricultores numerosas hectáreas fruto de las expropiaciones, con el fin de apuntalar la producción de los campos.
Los críticos de Chávez y de su sucesor Nicolás Maduro alegan que parte de la acuciante escasez de alimentos que sufren los venezolanos en la actualidad tiene su origen en las nacionalizaciones poco planificadas. Reuters