El Ministerio Público acusó al propietario de la empresa empaquetadora de alimentos la Nueva Juventud, C.A., Wilmer Antonio Vásquez González (34), por su presunta responsabilidad en el contrabando de 390 mil kilos de caraotas y 104 mil kilos de azúcar.
Tal situación fue detectada el pasado 14 de marzo de 2016, dentro de un galpón ubicado en la Zona Industrial de Acarigua, municipio Páez del estado Portuguesa.
Los fiscales 35° nacional y 2ª del segundo circuito de la referida jurisdicción, Américo Rodríguez y Albizabeth Chacón, respectivamente, acusaron al hombre por la presunta comisión de los delitos de contrabando de extracción, boicot, desestabilización de la economía, alteración de bienes y servicios, legitimación de capitales y asociación para delinquir.
Tales delitos están previstos y sancionados en las leyes orgánicas de Precios Justos, y contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo.
En el escrito presentado ante el Tribunal 1° de Control del segundo circuito de Portuguesa, los representantes del Ministerio Público solicitaron la admisión de la acusación y el enjuiciamiento de Vásquez González, quien permanece recluido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) de la ciudad de Acarigua.
Además, los fiscales solicitaron ante el mencionado juzgado que se mantengan las medidas de incautación de los alimentos y la empresa; la prohibición de enajenar y gravar bienes, muebles e inmuebles; así como la inmovilización de cuentas bancarias.
En horas de la tarde del citado día, funcionarios del Sebin acudieron al local propiedad de Vásquez, luego de que recibieran una denuncia sobre el presunto acaparamiento de granos en el lugar.
Una vez en el sitio, los efectivos corroboraron la existencia de los productos en el galpón.
Durante la inspección, se percataron de que la referida empresa recibió un contrato de CASA para el empaquetado de caraotas y azúcar, sin embargo, desde enero de este año no la habían despachado, supuestamente por no contar con el material necesario para tal fin.
Además, dentro del establecimiento fueron halladas varias bobinas de plástico para empaques con las marcas Bussco y La Coromoto, con las que presuntamente el propietario de la empresa La Nueva Juventud se lucraba mediante el desvío y la comercialización de los referidos rubros alimenticios.
Igualmente, se determinó que durante el proceso de empacado se alteraba el peso establecido en el empaque de los productos.
Ante tales circunstancias, el hombre fue aprehendido y puesto a la orden del Ministerio Público.