Londres | Varios gobiernos acordaron el jueves publicar listas de los verdaderos propietarios de empresas en sus territorios, una medida elogiada por el gobierno británico como un paso más en la lucha contra la evasión impositiva, el lavado de dinero y los sobornos. Los registros de «propiedad beneficial» fueron anunciados durante una reunión cumbre en Londres convocada por el primer ministro David Cameron para combatir lo que calificó como el «cáncer» de la corrupción.
Cameron, que ha hecho de la lucha contra las irregularidades financieras uno de sus objetivos principales, dijo que la reunión demostró que después de años de buenas intenciones, la conferencia mostró el comienzo de «un movimiento global contra la corrupción».
Sin embargo, muchas naciones no firmaron la declaración con las acciones firmes que Cameron buscaba y grupos que combaten la corrupción dijeron que los delincuentes económicos de todos modos hallarán numerosos lugares donde depositar su dinero, incluso paraísos fiscales vinculados a Gran Bretaña.
Susana Ruiz, experta de la organización de caridad Oxfam, dijo que «los evasores de impuestos todavía pueden dormir tranquilos esta noche».
Jefes de Estado, ministros y diplomáticos de unos 40 países se reunieron el jueves en Londres y formularon numerosas promesas: combatir los sobornos en los contratos públicos y el sector energético, limpiar los deportes internacionales, reforzar la cooperación en el terreno del espionaje y la administración de justicia y devolver los bienes sustraídos a sus propietarios. Gran Bretaña y Estados Unidos anunciaron que organizarán el año próximo una conferencia mundial sobre recuperación de bienes.
No obstante, la firmeza de los compromisos varió en gran medida. Solo seis naciones —Gran Bretaña, Francia, Holanda, Nigeria, Kenia y Afganistán— accedieron a publicar registros de quiénes se benefician realmente de la propiedad empresarial, un objetivo clave de los grupos que luchan contra la producción. Otros seis, incluso Australia, Irlanda y Noruega, dijeron que «explorarán» la posibilidad de hacerlo.
Estados Unidos no hizo ese compromiso, aunque el secretario de Estado John Kerry dijo en la conferencia que una «pandemia» de corrupción «es tan enemiga» como el terrorismo.
La credibilidad del propio Cameron se vio empañada por la revelación el mes pasado —en documentos filtrados por el bufete de abogados panameño Mossack Fonseca— de que teñía una participación en una firma radicada en un país con ventajas fiscales abierta por su padre. Cameron vendió sus acciones en 2010, antes de convertirse en primer ministro.
El líder británico volvió a estar en el centro de la polémica en las vísperas de la reunión, cuando un micrófono abierto de televisión lo captó hablando sobre la participación de «líderes de algunos países fantásticamente corruptos». Durante una recepción en el Palacio de Buckingham con la reina Isabel II de Inglaterra, se refirió a Nigeria y Afganistán como «posiblemente dos de los países más corruptos del país».AP