“Un grupo de colegas ha organizado una campaña para protestar por el impedimento para que ingresemos al recinto – por ahora, nos han dejado acceder, apenas, al estacionamiento -, para recabar cifras oficiales sobre los ingresos de cadáveres. Eso ocurre desde hace años: y es que los comunicadores requerimos de tal información para ofrecer datos fidedignos, pues se puede caer en la especulación. Aunque, siempre, buscamos constatar lo que nos suministran”, manifestó el licenciado.
“Con el tema de la reja no sé si se trata de la directiva. Lo cierto, es que espero que sea solo para decorar”, dijo en referencia con los recientes trabajos de instalación de un cercado perimetral en torno al recinto.
El diplomado indicó que situaciones como la denunciada colocan en riesgo la calidad de lo que se difunde. “Limitados vamos a estar, pero no es imposible conseguir la noticia porque siempre conseguimos información, siempre va a haber personas que colaboran, declaraciones de quienes están atravesando por ese difícil momento”.
“Lo mejor es que el testimonio lo ofrezca al familiar. Sin embargo, los casos no se pueden esconder. Contamos, asimismo, con las minutas, o podemos acudir al sitio del hecho como procedimientos”, explicó el joven profesional.
Tétrica realidad
“En 1998-99 la cifra de homicidios era de 4 mil, y el año pasado fue de 25 mil a 27 mil en un año. Los ingresos de cuerpos a la morgue alcanzan una cifra exorbitante en una ciudad que ha crecido en población y delitos”, señaló, por su parte, la experimentada periodista Sandra Guerrero, del diario El Nacional, agregando que la capital debería contar con otro tanatorio.
“Hace como cinco años comenzó la ‘guerra’: ‘aquí no pueden estar, aquí no pueden grabar, y nadie explica por qué. Lo último es lo de la reja, la cual no se ha terminado de concluir porque ha acarreado dificultades. También puede vincularse con el arribo del nuevo ministro (Néstor Reverol en Relaciones Interiores, Justicia y Paz), y a que la directiva de la institución espera ser ratificada. Están como en receso”, acotó, comentando que por eso, quizás, recientemente, se pudieron obtener las declaraciones de la madre de un muchacho asesinado.
Contó que al inició del actual régimen, en 1999, había una oficina de prensa que dependía de la policía científica que permitía el contacto informativo con todas las divisiones pertinentes, pero que la realidad cambió a partir de 2003. “En diciembre de ese año reportamos que hubo 86 homicidios y eso molestó a las autoridades”, recordó.
“Hoy en día, el mes de julio cerró con 535 muertes, la mayoría, violentas. Creo que uno de los motivos de la colocación de la reja es impedir que se haga nuestra labor, que se emitan cifras”, insistió, revelando que luego de la difusión de dos videos – uno de un portal digital (La Patilla) y otro de una cadena internacional (CNN) – se adoptó la medida.
“Pero no se trata solo de lo que puedan decir los periodistas: hay protestas de los vecinos por el olor que desprenden cadáveres en descomposición. Dicen que a veces el hedor sale hasta por los grifos de los lavamanos. Aparte, también hay que mencionar que la reja va a profundizar el tránsito automotor en el área, toda vez que no hay dónde estacionar”.
Finalmente, objetó el gasto económico en dicho vallado. “Cómo es posible que se invierta en una reja mientras los mesones de patología forense no están en buenas condiciones”, denunció, urgiendo a una remodelación de la morgue de Bello Monte, un recinto que, originalmente, según nos apuntó – y no se trata de una broma pesada – fue erigido como un club social.
Prensa Unidad Venezuela / SG
