Washington | La justicia de Nueva York ha abierto una investigación judicial para determinar si las donaciones hechas a través de la Fundación Donald J. Trump, de la que es titular el candidato republicano a la presidencia, cumplen con la legislación.
El reportaje de Cristina F. Pereda, corresponsal en Estados Unidos de El País de España, reseña que el fiscal general del Estado, Eric Schneiderman, reveló este martes durante una entrevista en CNN que la organización “podría haber incurrido en prácticas inadecuadas”. La oficina del fiscal confirmó a Político que la investigación fue abierta “tras conocer las alarmantes transacciones que han salido a la luz recientemente”, en referencia a las pesquisas realizadas por un periodista de The Washington Post y que han revelado que mientras Trump presume de haber donado “decenas de millones de dólares” a la caridad, la mayoría de esos pagos no procedían de su propio bolsillo
Trump ha pagado una multa de 2.500 dólares por donar dinero a un grupo afiliado a la fiscal general de Florida. Gerald Herbert
Schneiderman no es un desconocido para Trump. El fiscal lidera la investigación del caso de la Trump University, que nunca se registró como entidad educativa, y en los últimos meses se ha sabido que, al tiempo que avanzaba esa misma pesquisa en 2014, el candidato republicano donó 100.000 dólares a una organización, Citizens United, que se había querellado contra el fiscal. Ahora Schneiderman se ha propuesto determinar si las “alarmantes prácticas” de Trump que ha revelado el Post cumplen con la ley o no.
“Nunca”, “sin comentarios”, “sin contestación”. Así hasta más de 250 respuestas por cada una de las organizaciones de caridad a las que Trump presume de haber donado dinero a lo largo de los años. Un periodista de The Washington Post ha pasado los últimos meses rastreando esas donaciones a través de los documentos de la Fundación Donald J. Trump, creada por el empresario a finales de los 80, y lo que ha encontrado cumple con la definición de cualquier escándalo político. Trump, por ahora, lo ha esquivado.
La iglesia donde el candidato republicano se casó con su tercera y actual esposa, Melania, “no comenta” acerca de las donaciones que Trump dice haberles entregado. En 2014, el empresario participó en la campaña de recaudación de fondos para luchar contra la Esclerosis —dos concursantes de Miss Universo lanzaron el cubo de agua helada sobre él—, pero donó personalmente cero dólares a la causa. ¿Respuesta a las preguntas del Post? “Sin comentarios”. Y el “Pabellón Trump” de un hospital que lleva el nombre de los padres del magnate, resulta que tampoco ha recibido dinero suyo y se niegan a declarar sobre ello.
5/This is another giant portrait of @realdonaldtrump. But *not* the one he bought w/$20K that was meant for charity. pic.twitter.com/1wmE4nqXf2
— David Fahrenthold (@Fahrenthold) September 12, 2016
El periodista del Post en busca del cuadro que se compró Trump con dinero de la fundación.
El rastreo de las 250 organizaciones ha dado resultados similares a estos tres ejemplos en un claro contraste con las alegaciones del aspirante republicano a la Casa Blanca, que presume de haber entregado millones de dólares de su propio bolsillo a iniciativas de caridad. El empresario convertido en político se ha negado hasta ahora a difundir sus declaraciones de impuestos —una tradición en las campañas electorales— por lo que las actividades de su fundación son la una de las pocas ventanas abiertas a cómo operan sus negocios.
“El señor Trump ha donado decenas de millones tanto a través de su fundación como por otros medios”, dice uno de los comunicados de su campaña. Pero las investigaciones del Post solo han detectado un total de nueve millones de dólares en donaciones personales de Trump, todas antes de 2008, y entre ellas se encuentran 5,3 millones que entregó a su propia fundación. Desde entonces, no contienen ni un dólar de su fortuna personal.
“¿Quieren debatir sobre fundaciones y organizaciones de caridad?”, preguntó retóricamente el presidente Obama este martes durante un acto de campaña por Hillary Clinton. “La fundación de la familia de una candidata ha salvado innumerables vidas en todo el mundo. La del otro aspirante tomó dinero de otras personas y después lo empleó para comprarse un retrato de sí mismo de casi dos metros”.
El mandatario demócrata se refería al escrutinio dedicado a la Fundación Clinton, omnipresente en los medios de comunicación durante los últimos meses, frente al que ha recibido la de Trump, casi exclusivamente por parte del Post. Y sí, el periodista encargado de ese rastreo descubrió que el empresario empleó 20.000 dólares para comprar un retrato suyo en una subasta. Los 20.000 dólares salieron, sin embargo, de su fundación.
El esquema, descrito por David Farenthold como “una organización orquestada para operar casi totalmente con el dinero de otros donantes”, funciona así:
- Donald Trump crea en 1987 la Donald J. Trump Foundation. La última aportación personal del empresario se remonta a 2008.
- Desde entonces, contacta con empresarios y donantes privados para recaudar dinero que promete destinar a organizaciones de caridad y lo ingresa en las cuentas de la fundación.
- Trump entrega después los cheques con su nombre a esas organizaciones, pero el dinero, en realidad, nunca salió de su bolsillo.
El montaje le ha servido al empresario para alegar que durante décadas se ha dedicado a la filantropía, pero su teoría no encaja con la definición de esta práctica. En uno de los ejemplos detallados por Farenthold, Trump contactó con la Charles Evans Foundation para recaudar fondos que, aseguró, quería donar a la Fundación de Policía de Palm Beach. En 2009 y 2010, Charles Evans Foundation entregó 150.000 dólares a la organización del empresario, que a su vez las donó al grupo policial de Florida.
Hasta aquí parece que el empresario simplemente se habría atribuído donaciones que en realidad nunca partieron de sus fondos personales. Pero el Post alega que “podría haber ganado dinero”. Cuando consiguió el Palm Tree Award por sus iniciativas filantrópicas, Trump también logró que la ceremonia tuviera lugar en uno de sus resorts, que ingresó esa noche, según los datos obtenidos por el diario, 276.463 dólares.
Entre las donaciones, el Post también ha revelado que detectó dos casos en los que Trump utilizó dinero de la fundación para comprarse regalos personales —entre ellos está el retrato de 20.000 dólares— y también con objetivos políticos. El pago personal a un grupo vinculado con la fiscal general de Florida derivó en una sanción económica por parte de la hacienda estadounidense, que Trump debió pagar este año.
En otras cinco estancias, la Fundación Trump aseguró en su declaración de impuestos que había hecho donaciones que después no fueron registradas por sus supuestos recipientes. Y en dos más anotó los nombres de supuestos donantes que después han negado entregar nunca dinero a las arcas de la organización que lleva el apellido Trump, no tiene empleados y está dirigida por un consejo de administración de apenas cuatro miembros: el candidato republicano y sus tres hijos más mayores.