Salvador Mazza, , Argentina | Las autoridades estiman que más de 70 toneladas de cocaína han pasado anualmente por Argentina en los últimos años.En un día reciente en una zona rural de Argentina, unas bolsas blancas cayeron del cielo en una granja desde un pequeño avión. Alertada por un vecino, la policía encontró un colchón, un espejo, 393 kilos de marihuana y 27 kilos de cocaína envueltos en un plástico con un dibujo de la Torre Eiffel y la palabra “París”. Foto: Taos Turner/The Wall Street Journal.
Los narcotraficantes han transportado por aire cocaína desde los Andes a América Central y el Caribe durante décadas, variando sus rutas para evadir a las autoridades. Pero en un giro más reciente, han estado volando hacia el sur, desde Bolivia a Argentina, descolocando a las autoridades y convirtiendo este país del Cono Sur mayormente pacífico en un centro internacional de narcóticos.
“Los vuelos están trayendo cocaína todo el tiempo”, dijo recientemente Pablo Gerardo Prado, un comandante de Gendarmería, la policía militarizada de fronteras de Argentina, mientras conducía una patrulla de vehículos todoterreno por un camino de tierra que separa a esta ciudad del norte del país de la frontera con Bolivia, el tercer productor mundial de cocaína.
La Argentina no produce cocaína, pero sus porosas fronteras, carreteras, ríos y puertos hacen que sea un buen lugar de tránsito. Las bajas probabilidades de procesamiento judicial también atraen a los narcotraficantes, dice Patricia Bullrich, ministra de Seguridad argentina.
Desde 1999, Argentina ha procesado con éxito sólo siete casos de blanqueo de dinero, según el último informe internacional de narcóticos del Departamento de Estado de Estados Unidos. Este historial ha inspirado a traficantes de Colombia, Perú y México a comprar casas de lujo y campos —donde pueden construir pistas de aterrizaje clandestinas—para evadir los controles más estrictos que existen en la parte septentrional de América del Sur y asegurarse así rutas de suministro rentables en el sur del continente, dicen las autoridades.
“En Argentina los narcotraficantes encontraron un lugar seguro para invertir. Vieron también la posibilidad de que desde la Argentina podrían también lucrar con el tráfico”, dice Gustavo Lozada, un juez federal especializado en casos de narcóticos.
Durante la última década, Argentina se convirtió en el quinto punto de tránsito más importante para la cocaína despachada a Asia y Europa, de acuerdo con el más reciente Informe Mundial sobre las Drogas de las Naciones Unidas.
“Traficantes colombianos y traficantes mexicanos en Argentina están tratando de establecerse en la región”, dice Lizette Yrizarry, subjefe de operaciones de la Agencia Antidrogas de EE.UU. en Washington.
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