CCD.- Socodec Venezuela C.A., empresa de servicios de perforación, minería, petróleo, gas y de construccion en el área hidráulica, entre otros, aparece entre las 58 entidades inhabilitadas por el Banco Mundial (BM) en el informe de 2016 publicado el viernes pasado.
La Vicepresidencia de Integridad (INT) del BM presento el resultado de las investigaciones que involucran 43 proyectos y 124 contratos por valor de 633 millones de dólares, con 58 entidades sancionadas.
La inscripción de Socodec en el Registro Nacional de Contratistas data de 2011 con vencimiento en 2012, siendo su estatus actual el de «No actualizada» e «Inhabilitada». Sin embargo, en la Relación de Obras y/o Servicios se enumeran contratos desde 1998 hasta 2010. Entre sus clientes figura PDVSA, CVG Minerven, el Ministerio del Ambiente, la Alcaldía de Maracaibo y Crystallex, entre otros.
Como accionista principal aparece la empresa extranjera Socodec Inc que en 2009 cambió oficialmente su nombre a SNC-Lavalin Construction Inc, uno de los gigantes de la construcción de Montreal, Canadá, también sancionada en la lista del BM.
En 2008, SNC anunció a través de Ben Aissa Riadh, presidente de su subsidiaria en Venezuela, la obtención de un contrato por 597 millones de dólares con el gobierno de Hugo Chávez para desarrollar infraestructura en Tiznados, Estado Guárico. El proyecto incluía la ampliación de un sistema de riego, la construcción de 2.000 viviendas y varias instalaciones educativas, sanitarias y deportivas que debían estar concluídas en 2011. El mismo dependía del Instituto Nacional de Desarrollo Rural (Inder), ente adscrito al Ministerio para la Producción Agrícola y Tierras (MinPPAT), en ese momento en manos de Elías Jaua.
Como miembros de la Junta Directiva de Socodec Venezuela C.A. figuran Stephane Roy (vice presidente) y Marzio Lorenzini (administrador). El presidente Ben Aissa (en la gráfica) fue detenido en 2012 por la fiscalía suiza bajo cargos de haber pagado sobornos a Saadi Gadafi – hijo de Muammar, el ex dictador libio – a cambio de contratos para SNC en Libia. Se calcula que alrededor de 40 millones de dólares proveninetes de SNC pasaron por las cuentas de Saadi Gadafi en Suiza entre 2001 y 2007.
En octubre de 2014, un tribunal suizo declaró formalmente a Ben Aissa culpable de corrupción en el extranjero, lavado de dinero y fraude.
Una extensa investigación realizada por el Financial Post ha reconstruído cómo Ben Aissa derivó el dinero de la empresa SNC hacia empresas en paraísos fiscales controladas por el mismo, cómo el dinero fue disfrazado como legítimo bajo los términos «honorarios del agente» o «comisiones» y cómo parte del dinero se destinó a mantener el opulento estilo de vida de playboy del hijo de Gadafi. La investigación deja al descubierto las actividades secretas y delitos cometidos por el alto directivo en una de las empresas globales más importantes de Canadá, con 40.000 empleados – que finalmente confesó en Suiza.
En Canadá, Ben Aissa también enfrenta cargos por fraude, relacionados con la supuesta manipulación de licitaciones de construcción en Montreal, en lo que las autoridades han llamado el «fraude corrupción más grande en la historia de Canadá.»
En febrero de 2015 la Policía Montada del Canadá imputó cargos criminales contra la empresa SNC Lavalin, en relación a las actividades presuntamente corruptas en Libia. Los cargos fueron un duro golpe ya que SNC había negociado con las autoridades canadienses durante dos años, en un intento de evitar una condena penal por corrupción que podría resultar en la exclusión de la compañía como contratista de obras públicas en Canadá.
La inclusión de SCN en la lista «negra» del BM la semana pasada, complica aún más la situación del gigante canadiense, que también aparece inscrito en el Registro Nacional de Contratistas de Venezuela, aunque inhabilitado.
Las empresas y los individuos sancionados por el Banco Mundial no son elegibles para la adjudicación de contratos financiados por el organismo multilateral mientras dure la medida, ya que han sido sancionados en virtud de la política de fraude y corrupción, señaladas en las Normas de Adquisición y/o Consultoría de la institución.
Fuentes: Banco Mundial, Financial Post