CCD.- El venezolano Ricardo Alexander Leal Rodríguez, aprehendido el pasado miércoles por el delito de la trata de personas para la explotación sexual, estaba solicitado luego de varias denuncias en su contra sobre su vinculación en este delito.
Fue investigado durante semanas por la Oficina Central Nacional Interpol en Venezuela. La comisión buscaba a un hombre, pero en el momento del arresto, Leal se hacía pasar por mujer.
El modus operandis de Leal consistía en reclutar mujeres de nacionalidad venezolana y colombiana en Caracas, a las que bajo engaño les ofrecía trabajar como modelos en Panamá.
Las autoridades de Panamá y Venezuela junto a Interpol continúan en la investigación del caso para tratar de establecer las conexiones de Leal Rodríguez con una red internacional de trata de personas.
A Rodríguez Leal se le acusa, según Interpol, de llevar “mujeres venezolanas y colombianas a Panamá con el fin de explotarlas sexualmente, obligándoles a pagar $ 3.500 por el traslado y luego 1.000 dólares mensuales”.
La trata de personas es un delito en el que venezolanas, por lo general, se ven envueltas en Panamá, Colombia o islas del Caribe. Alegan que son llevadas para “trabajar” y, luego, les son retirados los documentos personales y son blanco de amenazas.
Ayer, por ejemplo, se conoció que una falconiana, a quien habían reportado como desaparecida desde el 10 de octubre, “escapó de una red de trata de blancas en Curazao”.
Los padres y hermana de Benfilmar Camacho —Ben-Hur Camacho, Finlandia de Camacho y Benfilca Camacho— señalaron que Belfinmar partió desde el aeropuerto Josefa Camejo (Punto Fijo) con destino a Curazao, junto a un hombre de apellido Hernández.
Ese hombre le habló de conseguirle trabajo como mesonera en un restaurante. Así expone la familia.
La estudiante de quinto semestre de Derecho viajó y “desde que pisó Curazao, mantuvo frecuente comunicación telefónica y comentó a su mamá que la pareja de curazoleños le habían asignado una habitación muy cómoda, pero no se ocuparon de ofrecerle comida”.
La muchacha también le comentó a su familiar que el domingo la dueña del restaurante la cambió a otra habitación pero lo que le causó suspicacia fue que el local “tenía espacios utilizados para otro tipo de entretenimiento para adultos”, por lo que no quiso quedarse en el lugar”, divulgó el portal Cactus24.
La progenitora le pidió que buscara la manera de salir del restaurante. Al escapar, los dueños del local denunciaron a Benfilmar por supuestamente haberse robado 2.000 dólares.
Con información de Panorama