La empresa panameña Maroil Trading Inc., propiedad de Wilmer Ruperti, recibió un contrato de Pdvsa por 138 millones de dólares para retirar coque de la Refinería de Jose. La noticia, conocida hace unos días, no habría despertado mayor interés a no ser porque el beneficiario, un conocido empresario boliburgués, reconoció posteriormente ser el financista de la costosa defensa de los sobrinos de Cilia Flores, enjuiciados en EEUU pr narcotráfico.
Varias hipótesis se barajan. La más obvia – por lo burda de la operación – es que se trataría de una manera indirecta en como el régimen, a través de su caja chica -PDVSA- y de un contratista incondicional – Ruperti-, pagara los honorarios de los abogados de los sobrinos del presidente de la República en Nueva York.
Un extenso y documentado trabajo del portal de noticias El Pitazo, reseña que la fortuna de Ruperti estaría en caída libre producto de varias millonarias demandas internacionales, entre otras razones. Parece que el imperio de «uno de los empresarios latinoamericanos más exitosos del siglo XXI» – palabras textuales de su perfil en la red social LinkedIn, en la gráfica- hace aguas.
Nos preguntamos: Qué parte de los 138 millones de dólares son para pagar las facturas legales y qué parte irá a parar a los bolsillos del conocido empresario boliburgués? Qué persigue Ruperti reconociendo públicamente su relación con la defensa de los sobrinos Flores, siendo que ello perjudica abiertamente a los acusados y a sus tíos, Maduro y Cilia Flores?
Estas y otras interrogantes seguramente tendrán respuesta tarde o temprano, mientras tanto, le invitamos a conocer más del perfil de Ruperti, a través de la nota que publica hoy El Pitazo. Todo indica que la fortuna del seudo empresario «bolivariano», amasada gracias a decenas de turbios contratos con la Pdvsa de Chávez y ahora de Maduro, zozobra a punta de mala administración y demandas internacionales.
Lea la nota completa de El Pitazo : Se hunde el imperio de Wilmer Ruperti?
