CCD.- En la nota escrita por la periodista Maibort Petit y publicada por El Nacional, que reproducimos parcialmente, se resumen las revelaciones que hizo la fiscalía estadounidense que investigó los hechos que involucran a por lo menos 11 personas y salpican a 4 funcionarios venezolanos.
A lo largo del proceso judicial contra los sobrinos de la pareja presidencia venezolana, se plantearon dos posiciones encontradas: La fiscalía probó —más allá de la duda razonable— que los acusados eran culpables de la conspiración para traficar cocaína desde Caracas a Honduras y que para cometer el delito utilizaban sus conexiones políticas, incluyendo el uso del hangar presidencial para sacar la droga de Venezuela.
Los abogados de ambos convictos basaron su estrategia en la tesis que sus clientes fueron víctimas de una trampa tendida por informantes inescrupulosos y mentirosos de la DEA y que sus defendidos fueron tan «estúpidos» y «novatos» que cayeron en ella. A lo largo de sus presentaciones repetían la misma estrategia, a la vez que se empeñaron en acabar con la credibilidad de todos los informantes. Lograron eliminar al hombre clave José Santos Peña (CS1).
La Fiscalía aseguró que Campo Flores y Flores de Freitas se sentían «tan poderosos e intocables» por ser familiares de la pareja presidencial que creían que «podían trasladar casi una tonelada de cocaína de un aeropuerto a otro sin ser detenidos». El gobierno estadounidense probó la culpabilidad de los acusados con grabaciones de videos y audio, fotos y transcripciones de conversaciones telefónicas mostradas al jurado, donde los dos convictos estaban negociando el envío de 800 kilos de cocaína de Venezuela a Honduras a cambio de 20 millones de dólares, y a los informantes de la DEA diciendo que el destino final de los cargamentos sería Estados Unidos.
Perfil de los sobrinos
Efraín Antonio Campo Flores: abogado de 30 años de edad, hijo de crianza de Cilia Flores. Está casado con Jessair Rodríguez Camacho y tiene dos hijos, el menor nació cuando el acusado estaba preso en el Centro Correccional de Manhattan. Según sus declaraciones juradas, tiene una empresa taxis en Panamá, ganó más de 10 millones de dólares en negocios con petróleo, tiene un Ferrari amarillo, motos de alto cilindraje, camioneta Land Rover, un apartamento en La Castellana y otros inmuebles en Caracas (El Paraíso y el Cafetal), una finca en Higuerote y 6 guardaespaldas, entre quienes había guardias nacionales. Participó en 4 reuniones de la conspiración en Caracas y dos en el exterior. Una en Honduras el 4 de octubre de 2015 y la otra el 10 de noviembre de 2015 en Haití donde fue apresado.
Franqui Francisco Flores de Freitas: 31 años de edad. Divorciado de Yessika Flores con quien tiene un hijo de 8 años de edad. Estudió hasta el cuarto año de bachillerato. Posee una camioneta Toyota 4Runner, una moto y compartía con su primo viajes en aviones privados y su fascinación por los vehículos rústicos y deportivos. Fue a todas reuniones de la conspiración, (4 en Caracas) y tres en el exterior. Las dos primeras en Honduras celebradas el 4 de octubre de 2015 y el 6 de noviembre de 2015. La tercera en Haití el 10 de noviembre de 2015, cuando la policía antinarcóticos haitiana lo arrestó en el hotel Servotel de Puerto Príncipe.
Otros miembros de la conspiración
Carlos González: controlador de tránsito aéreo del aeropuerto internacional Juan Manuel Gálvez, de Roatán, ubicado a 35 millas de la costa hondureña. Trabajaba conjuntamente con un equipo de cómplices en el terminal aéreo, entre quienes se encontraban planificadores de vuelo, empleados de la oficina de aduanas, personal de seguridad y militares. Estuvo involucrado en narcotráfico por más de una década. Sostuvo dos reuniones con «El Sentado», un narcotraficante hondureño que a la vez era testigo cooperante de la DEA. En su testimonio dijo que conoció a «El Sentado» en 2014 y que realizó varios negocios con él. Aseguró que trabajó con varios carteles. Su rol en la conspiración era recibir en el aeropuerto los vuelos que traían droga y dejarlos salir. González estaba encargado de recibir el avión que saldría desde el hangar presidencial de Maiquetía el 15 de noviembre de 2015, y que se preveía iba a llegar entre las 4:30 pm y las 5:15 pm. Cobraba 200.000 dólares por cada «bajada». Fue a dos encuentros con «El Sentado», uno el 15 de octubre y el otro el 5 de noviembre de 2015.
González se entregó a las autoridades norteamericanas en agosto de 2016, se declaró culpable de un delito: conspirar para traficar cinco o más kilos de cocaína a los Estados Unidos. Entró en un acuerdo de cooperación con el gobierno. Está preso en una cárcel federal de Nueva York. En las comunicaciones mostradas por la fiscalía en el juicio se refieren a este hombre como CW2.
Roberto de Jesús Soto García: es otro coacusado en el caso de los sobrinos presidenciales. Este hombre trabajaba en el aeropuerto de la isla de Roatán y fue el puente entre Carlos González y «El Sentado». Igualmente estuvo presente en 3 reuniones de la conspiración celebradas en San Pedro de Sula. La primera fue el 15 de octubre de 2015, la segunda el 5 de noviembre y la tercera el 6 de noviembre de 2015, cuando conoció personalmente a Franqui Francisco Flores de Freitas. Soto García era la pieza clave que usarían Campo Flores y Flores de Freitas para facilitar la llegada del cargamento de 800 kilos de cocaína a la isla de Roatán, para luego ingresarla a los Estados Unidos. Las autoridades de Honduras lo capturaron el 29 de octubre de 2015 en Flower Bay, en la isla de Roatán, y fue trasladado a Tegucigalpa donde se le sigue un proceso judicial. Estados Unidos solicitó a Honduras la extradición de Soto García. El hombre de 45 años está acusado de conspiración para el tráfico de drogas.
Vassyly Kotosky Villarroel-Ramírez: capitán retirado de la GNB, fue capturado en Venezuela en julio del 2015. Campo Flores dijo a «El Sentado», en la reunión sostenida con el narcotraficante en San Pedro Sula, que Villarroel-Ramírez estaba encargado de controlar los radares en Venezuela para su grupo, pero que el sujeto había sido detenido en la fecha señalada.
Mohamad Khalil Abdul Razzak Yanez, alias «Hamudi»: fue asesinado en octubre de 2015 en el estado Miranda y se le menciona en el caso de los sobrinos de la pareja presidencial venezolana como el intermediario que los contactó con el proveedor de la cocaína que intentaron pasar a Estados Unidos. Fue dirigente del PSUV y coordinador de una UBCH en San Antonio de los Altos. Nació el 29 de mayo de 1979.
César Orlando Daza Cardona: de nacionalidad colombiana, este hombre viajó a San Pedro Sula a la reunión del 6 de noviembre de 2015, donde asistieron «El Sentado», Flores de Freitas, Jesús Soto García y Jesfrán Josnel Moreno Sojo, alias «Tortuga».
Jesfrán Josnel Moreno Sojo, alias «Tortuga»: amigo cercano de Flores de Freitas. Es uno de los seis guardaespaldas de los sobrinos presidenciales y fue con Flores de Freitas a la reunión que este sostuvo con «El Sentado», Soto García y Daza Cardona en San Pedro Sula el 6 de noviembre de 2015. También formó parte de la tripulación del avión que los llevó a Haití el 10 de noviembre de 2015. «Tortuga» vive en el sector El Observatorio del 23 de Enero. Desde el 2010 trabajó en Corpolec.
Pablo Rafael Urbano Pérez: piloto certificado por la FAA, organismo federal responsable de la aviación civil en EEUU. Fue el copiloto del avión Cessna Citation siglas YV-2030 que llevó a los sobrinos a Haití el 10 de noviembre de 2015.
Marco Tulio Uzcátegui Contreras: suegro de Flores de Freitas. En el 2002 fue director suplente en el directorio del Fondo Intergubernamental para la Descentralización (Fides). Tiene empresas constructoras. Es propietario del avión Cessna Citation 500, siglas YV-2030. Posee propiedades en Estados Unidos, entre los que destaca un apartamento en Miami Dade. Igualmente tiene una empresa en la Florida llamada Coinspectra Aviación, constituida en 2009.
Pedro Miguel Rodríguez González: militar retirado del Grupo Aéreo N° 5. Según el Registro Electoral sufraga en la embajada venezolana en La Paz, Bolivia. Tiene un apartamento en Maracay. Registros de propiedad del estado de la Florida reflejan que posee una propiedad en Wellington. Fue piloto del Ministerio de la Defensa.
Mencionados, pero que no son parte de la investigación
Cilia Flores: primera dama de Venezuela, diputada a la Asamblea Nacional y madre de crianza de Campo Flores. Tía de Flores de Freitas. En las evidencias aparece como supuesta beneficiaria del dinero de la conspiración, puesto que su Campo Flores dijo a los narcotraficantes mexicanos y hondureños que con el dinero ganado de la operación iba a pagar la campaña para las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.
Bladimir Flores: su nombre salió a relucir durante la audiencia de supresión de evidencias celebrada en la corte el 8 y 9 de septiembre de 2016. El agente de la DEA, Sandalio González, afirmó que «El Sentado» le dijo que supuestamente un funcionario venezolano de nombre Bladimir Flores lo había contactado asegurando que les enviaría a unos sobrinos a finiquitar el negocio con la droga. Es hermano de Cilia Flores, tiene 41 años en la policía científica y actualmente es el Inspector General del Cicpc.
Diosdado Cabello: ex presidente del Poder Legislativo y diputado de la Asamblea Nacional. Su nombre salió a relucir tres veces en el juicio. Fue mencionado por José Santos Peña, uno de los informantes de la DEA, y por Flores de Freitas en una conversación con “El Sentado”.
Erick Malpica Flores: sobrino de Cilia Flores ejercía simultáneamente la función de tesorero de la nación en la Oficina Nacional de Presupuesto y tesorero de Pdvsa hasta enero de 2016. Campo Flores lo mencionó en su confesión con el agente del DEA, Sandalio González. Dijo que le había pedido unos favores para que le pagaran unas deudas a unos empresarios, con lo cual iba a obtener unas comisiones, pero que finalmente no le hizo el favor.
Fuente: El Nacional