CCD.- La Asociación Civil Paz Activa y el Observatorio de Delito Organizado hicieron un llamado a las autoridades competentes para que tomaran medidas inmediatas para aclarar ante el país la grave situación que pone en evidencia la naturaleza “mafiosa” del gobierno venezolano, tras conocerse el viernes 18 de noviembre que sobrinos de la pareja presidencial venezolana fueron condenados en EE UU por narcotráfico.
A juicio de la organización, la decisión del jurado de una corte de Nueva York de declarar culpables a Efraín Campo Flores y su primo Franqui Francisco Flores de Freitas, por conspirar para importar, manufacturar y distribuir cocaína en Estados Unidos, deja al descubierto el extenso entramado de corrupción y actividades ilícitas que sustentan la disminuida institucionalidad y el casi inexistente estado de derecho en Venezuela.
En noviembre del 2015, el Observatorio de Delito Organizado publicó una nota editorial ¿Evidencias del “Estado Mafioso” en Venezuela?, llamando la atención en cuanto a las implicaciones de la detención de dos familiares directos de la familia presidencial venezolana por actividades de narcotráfico internacional, lo que se podía interpretar como una clara señal de la penetración de una amplia red en el poder político y económico de la nueva clase dominante en Venezuela.
Por lo tanto, el veredicto del pasado viernes, más allá de ser un incidente con la justicia norteamericana, es la confirmación de una práctica delictiva que el gobierno venezolano ha adoptado desde hace más de una década, exponiendo a la sociedad venezolana a los graves peligros que conllevan la relación con grupos de delincuencia organizada como lo son el tráfico de drogas, lavado de dinero, sicariato, contrabando, secuestro y extorsión, entre otros.
En el contexto de las características de un “Estado Mafioso”, según reseña el periódico mexicano La Razón, el “sobrino de Maduro revela en audio que el chavismo opera el narco en Venezuela”, esta afirmación se desprende del material que forma parte de “las pruebas presentadas por la Fiscalía de NY en el juicio contra Efraín Campos y Francisco Flores” (…) En una grabación realizada por agentes encubiertos de la DEA, Efraín Campo, uno de los narcosobrinos de Nicolás Maduro reconoce que el control del negocio de la droga en Venezuela está en manos del chavismo”. En el país sudamericano operan “el Cártel de los Soles —controlado por altos oficiales de las Fuerzas Armadas— y, por otro lado, la gente del gobierno, que eran unos ejecutivos que habían estado trabajando (traficando droga) y entre todas las personas se encargaron de eliminar a todo aquel que intentaba entrar a trabajar al país”, confiesa Campo en una conversación del 26 de octubre del 2015 en Caracas con la DEA.
Otro dato que aporta el Observatorio de Delito Organizado a la descripción de un “estado mafioso”, es el aumento del número de funcionarios del gobierno venezolano y de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) involucrados en tráfico de drogas. Tras la detallada revisión mensual de más de veinte diarios de circulación nacional, regional e internacional y de emisiones televisivas de noticieros, entre el agosto 2015 y agosto de 2016, se reseñaron a casi 40 militares de alto y bajo rango, así como altos funcionarios del actual gobierno venezolano relacionados con este tipo de delito organizado”.
Para poner en perspectiva los sucesos ocurridos estos últimos días, Luis Cedeño, Director Ejecutivo de Paz Activa y el Observatorio de Delito Organizado, resalta que “en algunas de las Ex Repúblicas Soviéticas se han instaurado nuevas formas de gobierno e instituciones que surgieron a partir de sus revoluciones. Tales gobiernos presentan algunas debilidades en cuanto a la solidez de su estado de derecho, así como de sus sistemas de contraloría, dejando el control de la institucionalidad del estado en manos de las nuevas élites, algunas corruptas y con poca formación política que vieron en el manejo del estado grandes oportunidades de enriquecimiento. Estas son llamadas en algunos casos “Estados Mafiosos”. Estos “estados” son controlados por una pequeña élite que puede estar conformada por familias dominantes (estilo la Cosa Nostra) o pequeños grupos de poder que se identifican con un “Poligarca”, que se define como un oligarca con poder político y gran poder económico oculto a través de testaferros, o una mezcla de estos”, precisa Cedeño.
Tales consideraciones fueron debatidas el pasado mes de julio en el Foro “El desmantelamiento de la institucionalidad democrática en Venezuela” ¿Qué tipo de estado somos?, actividad organizada por la Asociación Civil Paz Activa y el Observatorio de Delito Organizado, con el objetivo, analizar en profundidad la compleja problemática del impacto del crimen organizado en los diferentes ámbitos de Venezuela, no sólo como estado sino como país, con una situación socio-económica y política que cada día nos hace más vulnerable a este flagelo.
¿Estado Fallido? ¿Estado Forajido? ¿Estado Delincuente? ¿Estado Dual o Anómico? ¿Estado Mafioso? “Más que acuñar una definición lo que pretendemos es demostrar la presencia y engranaje de la delincuencia organizada en el estado venezolano”, precisó al comenzar su presentación Marcos Tarre (autor con Carlos Tablante de la publicación “Estado Delincuente”). Tarre repasó con la audiencia las etapas de la Delincuencia-Estado: Primera etapa “Depredadora”: los criminales se expanden a costa de rivales y del Estado. Segunda etapa, “Parásita”: los criminales usan recursos del Estado para expandirse y mantener el poder. Y la tercera etapa, “Simbiótica”: los criminales crean un estado dentro del Estado. Afirma Marcos Tarre que “estas tres etapas conviven simultáneamente en Venezuela”.
“La República Bolivariana de Venezuela es considerada por la Comunidad Internacional y por los Organismo Multilaterales, que rigen la materia, como el principal puente de la salida de la droga desde Suramérica a hacia otros continentes”, como lo señaló la experta Mildred Camero, en el Foro “El tráfico de drogas ilícitas en Venezuela: ¿Institucionalidad comprometida?”, realizado el 31 de mayo de este año en Caracas.
“En Venezuela, el tráfico de drogas a nivel internacional, está en manos de ciertos grupos que ejercen funciones de seguridad nacional. En otras palabras, son miembros de nuestras fuerzas armadas, de los cuatro componentes y cuerpos policiales civiles”, indicó Mildred Camero, durante su exposición
Fuente: RunRun.es