CCD | Maduro anunció que hoy comienzan a funcionar ocho casas de cambio en la frontera con Colombia cuyo objetivo es – según él – revalorizar el bolívar frente al peso del vecino país. Operarán en base a una relación de cuatro pesos colombianos por un bolívar, lo que sitúa la conversión en aproximadamente 750 bolívares por dólar.
Con esta nueva tasa ya serían siete las tasas cambiarias desde 2003: Cadivi, Sicad 1, Sicad 2, Simadi, Dipro, Dicom y ahora Italcambio.
De estas ocho casas de cambio, todas pertenecientes a Italcambio, tres se encuentran en el estado Táchira y cinco en el Zulia.
El presidente de Italcambio, Carlos Dorado, es mencionado como uno de los principales asesores del presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes. Fuentes financieras lo relacionan con la opaca emisión privada de bonos por 5.000 millones de dólares con vencimiento al 2036, realizada por el BCV en diciembre pasado.
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Cómo funcionan las casas de cambio fronterizas de Italcambio
Para que los venezolanos puedan comprar o vender pesos a través del artificial tipo de cambio creado por el régimen, deben solicitar una cita a través de la página oficial de Italcambio, y consignar una serie de documentos para poder realizar el canje: original y copia de cédula de identidad, copia del RIF, un recibo público a nombre del comprador y la última declaración del ISLR. Solo personas naturales pueden adquirir pesos colombianos en las casas de cambio.
Los ciudadanos podrán comprar hasta un máximo de pesos equivalente a 200 dólares americanos de hacerse la operación en efectivo, y 300 dólares si el método es transferencia bancaria.
Si se convierten los pesos obtenidos a la tasa de cambio que el gobierno anunció, un dólar equivaldría a 736 bolívares, por lo que adquirir los montos máximos de 200 y 300 dólares costaría 147.000 y 220.800 bolívares respectivamente.
Frontera con Colombia: Zona roja del lavado de dinero del narcotráfico
Estas casas de cambio, enmarcadas en el Decreto de emergencia económica que Maduro aprobó en la ilegal rendición de la Memoria y Cuenta presentada ante el TSJ y no ante la Asamblea Nacional, fueron diseñadas supuestamente para “combatir la guerra económica de mafias criminales en contra del signo monetario venezolano” , según la versión oficial.
La Superintendencia para las Instituciones del Sector Bancario Venezolano (Sudeban) será la única responsable de inspeccionar las operaciones de las casas de cambio en las entidades fronterizas con Colombia. Una ardua tarea en una región marcada por el mercado negro cambiario, considerada como zona roja de lavado de dinero proveniente del tráfico de drogas, según señalan numerosas investigaciones.
La obvia e inquietante pregunta es : ¿Dónde obtendrán estas casas de cambio fronterizas de Italcambio los pesos bajo esas favorables condiciones y en cantidades suficientes para atender una demanda desbordada?
Desde el punto de vista financiero, fuentes consultados por CCD, consideran que se trata de una medida sin sustento técnico alguno, que forma parte de la lucha contra la supuesta agresión internacional dirigida desde una página web ubicada en EEUU creada en 2010 al desaparecer en mayo de ese mismo año el llamado dólar-permuta que fijó desde 2004 a 2010 un valor alterno al dólar oficial.
Por ello no se auguran muchas esperanzas de que las casas de cambio logren revalorizar artificialmente una moneda que ha perdido su valor por el derrumbe de la economía, las reservas internacionales y el exceso de liquidez, todo ello resultado de un modelo político-económico trasnochado y fracasado que arruinó a Venezuela.