CCD | El narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán Loera, extraditado a Estados Unidos el pasado 19 de enero, no verá al juez cara a cara en su siguiente cita con la justicia estadounidense, fijada para el próximo 3 de febrero en una corte federal de Brooklyn, donde enfrenta 17 cargos de narcotráfico, lavado de dinero, secuestro y homicidio.
El juez federal Brian Cogan pidió este miércoles que el acusado ‘asistiera’ a la audiencia por videoconferencia “para minimizar las perturbaciones ligadas a su transporte físico” y en vista de que, en esta oportunidad, la audiencia “será breve” y no se tratarán en ella asuntos “sustantivos”.
Tanto la defensa como la fiscalía tienen plazo hasta el próximo 30 de enero para apelar esta decisión.
Guzmán fue extraditado por una decisión express de la justicia mexicana y trasladado el mismo día desde el penal de máxima seguridad de Ciudad Juárez, al Metropolitan Correctional Center de Nueva York, ubicado en el bajo Manhattan.
El viernes, cuando ‘El Chapo’ fue transportado desde su nueva prisión neoyorquina hasta los tribunales de Brooklyn para escuchar los cargos que se le imputan, la ciudad se paralizó al paso de la caravana de seguridad que lo escoltaba a través de varias vías principales.
Pero peor que eso, es la fama de criminal esquivo que se ha granjeado Joaquín Guzmán Loera en casi tres décadas de carrera delictiva. Guzmán, quien encabezaba la lista de los más buscados por la agencia antidrogas estadounidense DEA, ha sido capturado por las autoridades mexicanas tres veces y en dos oportunidades ha logrado escapar de cárceles de máxima seguridad.
La primera vez que lo logró fue el 19 de enero de 2001, cuando huyó de la prisión federal de Puente Grande, en Jalisco. Según la versión oficial, lo hizo escondido en un carrito de lavandería; según la versión extraoficial, salió por la puerta principal, disfrazado de policía o de mujer. De este evento se cumplieron 16 años justo el día que ‘El Chapo’ fue enviado a Estados Unidos, a bordo del avión del fiscal general de México.
‘El Chapo’ tenía cuentas pendientes por narcotráfico y otros delitos asociados al negocio en media docenas de ciudades de Estados Unidos. De acuerdo los fiscales que han llevado adelante la investigación, se calcula que Guzmán Loera y su organización, el Cartel de Sinaloa, obtuvieron ganancias equivalentes a los 14,000 millones de dólares por el trasiego y distribución de estupefacientes desde Colombia hasta Estados Unidos y Canadá, entre los años 1989 y 2014.
Fuente: Univisión
