CCD | El diputado a la Asamblea Nacional Carlos Paparoni denunció este martes el involucramiento del supuesto testaferro del vicepresidente Tareck El Aissami, Samark López Bello, en la corrupción llevada a cabo en el programa de las cajas de alimentos que los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) distribuyen por orden del Estado.
Según el diputado, López Bello sería el principal distribuidor de las cajas CLAP provenientes de México ya que su empresa Postar Intertrade Limited es la encargada de recibir los cargamentos internacionales de los alimentos.
Paparoni mostró diapositivas con informes del buque San Antonio en el muelle 24, ubicado en el puerto de Puerto Cabello, el cual arribó al país el pasado 10 de febrero. El parlamentario sostuvo que el 15 del mes en curso, 828.600 cajas (632 contenedores con 11.600,40 toneladas de alimentos) fueron descargadas por la empresa, cuyo dueño es López Bello.
«El buque costó a la empresa de Samark López 6.628.000 dolares por apostar pero fue vendido al gobierno nacional en 34.801.200 dólares. En cinco días esta empresa tuvo una ganancia de más de 28.000.000 de dólares», indicó Paparoni.
Además, según lo expuesto por el diputado esta empresa se fundó apenas en 2013 y el primer proyecto que presentó fue el de las maquetas para la Misión Vivienda. «Hoy día, la empresa Postar Intertrade no aparece ni en el Registro Nacional de Contratistas, ni su domicilio fiscal en Venezuela. Aparece en un paraíso fiscal, en las Bahamas desde 2016″.
Cinco niveles de corrupción en las CLAP
Paparoni sostuvo que existen irregularidades en varias etapas de la producción y distribución de las cajas.
Primero, la producción de la misma en otros países latinoamericanos (productos que incluyen además) en promedio no supera los ocho dólares, mientras que «aquí se está vendiendo entre 35 y 42 dólares», por lo que se paga hasta 34 dólares de sobreprecio. El segundo nivel trata de la corporación Casa, quien tiene el monopolio de importación de alimentos y materias primas del país, ha pedido y consignado dólares a 10 bolívares para las cajas, pero no la están comercializando a precio de dólar protegido.
«La caja termina costando al gobierno nacional entre 350 y 450 bolívares, pero el precio de venta al público es de 10.200 bolívares», por la cual la población termina pagando hasta 16.000 bolívares.
Las cajas, con productos principalmente importados por Panamá y México, son empaquetadas con precintos de seguridad que han sido violados para el momento que llegan a los venezolanos.
Por último, la caja de los CLAP se vende en el mercado negro a más de 60.000 bolívares. Denunció que solo lo tiene el gobierno tiene el acceso a los depósitos de las cajas, el más grande del país se encuentra en Fuerte Tiuna, en el Batallón Ayala.
Fuente: El Nacional