CCD. Ante la ausencia de cifras oficiales, los médicos han emprendido un registro propio de la mortalidad infantil en los principales hospitales del país.
Debido a la alta mortalidad de neonatos durante 2.016, las doctoras Vitalia Rincón y Olimpia Quijada decidieron salir a la calle para dar a conocer las cifras que han podido compilar extraoficialmente con 150 médicos que trabajan en hospitales de todo el país, y que pertenecen, -en su mayoría- a la promoción de Médicos Cirujanos de la Universidad de Los Andes del año 1.989.
“Son más de 4 mil bebés los que murieron a lo largo del país durante 2.016, y que quedan como muertes silenciosas ante la falta de pronunciamiento oficial, las cifras no se publican, por esta razón, la responsabilidad de ser médicos y estar al servicio de la comunidad, nos lleva a tener un registro propio de esta lamentable situación”, dijo Vitalia Rincón.
“Estamos desarrollando esta protesta, porque es un derecho y nuestro deber como médicos de levantar la voz, porque estamos indignadas ante la mortandad del futuro del país que no sobrevive ni unas horas luego de nacer”, dijo.
Para estas doctoras merideñas, el principal motivo que en el país las cifras de mortalidad infantil sean tan elevadas se debe a la falta de insumos en los centros de salud para dar una atención adecuada a las madres antes, durante y después del parto; y de igual forma, poder ofrecer mejores condiciones al recién nacido.
“Los hospitales públicos no están en condiciones de atender ningún proceso quirúrgico, mucho menos un parto, sin embargo es a estos hospitales donde, los sectores populares deben acudir porque no cuentan con los recursos económicos para costear los gastos en centros de salud privados”, señaló Rincón agregando que las salas de parto están contaminadas porque no hay ni siquiera cloro o desinféctate para mantener asépticas estas áreas, “sin áreas descontaminadas, se incuban virus y bacterias que ingresan a un organismo tan vulnerable como el de los recién nacidos”.
“Es lamentable que los hospitales estén carentes hasta de limpieza; sin embargo, no se trata sólo de la contaminación en los centros de salud, otros niños vienen con complicaciones o patologías que pudieran ser prevenidas si la realidad del país fuese distinta. Muchas de estas complicaciones son producto de la mala alimentación que se recibe durante el embarazo”, apunta la galena.
Fuente: El Pitazo