Estados Unidos calcula récord en producción de coca en Colombia

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CCD | Nuevos cálculos de la producción de coca en Colombia, hechos por el gobierno de Estados Unidos, indican que el país suramericano está sembrando más hoja base para la producción de cocaína que nunca antes en su historia; un hecho que puede estar motivando cambios en la dinámica del hampa en todo el continente americano y el resto del mundo.

Las cifras divulgadas el 14 de marzo por la Oficina de la Casa Blanca para el Control de Drogas (ONDCP por sus iniciales en ingés) muestran que Colombia cultivó 188.000 hectáreas de plantas de coca en 2016, una cifra que supera en casi 20 por ciento el estimativo de 2015, y en casi 80 por ciento el promedio anual entre 2008 y 2015.

Ninguna organización gubernamental o no gubernamental ha calculado niveles tan elevados de producción de coca en Colombia desde que se iniciaron registros sobre el cultivo.

La investigación de campo de InSight Crime respalda la conclusión de que Colombia está cultivando más coca que nunca antes. Y esto, a su vez, indica casi con certeza que la producción de cocaína colombiana se encuentra en niveles récord.

El producto de cocaína por hectárea de coca se ha triplicado en la última década en algunas zonas, con la introducción experimental de diferentes cepas de la planta por parte de los cultivadores con el objetivo de optimizar la producción, y con el mejoramiento de las técnicas de extracción para obtener más cocaína de cada hoja de coca.
Con base en una estimación conservadora aplicada por InSight Crime, a partir de una hectárea de coca se pueden producir hasta siete kilos de cocaína. Es decir que podrían producirse hasta 1.316 toneladas de cocaína a partir de la cantidad de coca cultivada en 2016.
Casi la totalidad de la cocaína del mundo se produce a partir de plantas de coca cultivadas en Colombia y sus vecinos, Perú y Bolivia. Sin embargo, la producción de coca en los dos últimos países es mucho menor que en Colombia.
Perú produjo cerca de 53.000 hectáreas de la planta en 2015, mientras que Bolivia 36.500 aproximadamente. Los datos de 2016 no fueron hechos públicos inmediatamente por la ONDCP.
El incremento de la siembra de coca en Colombia se ha relacionado con varios factores que incluyen la terminación en 2015 del programa de fumigación aérea que llevaba varios años en ejecución, y a los problemas económicos persistentes que enfrenta gran parte de la población rural en Colombia.
Un funcionario municipal de la población de Roberto Payán, en el departamento de Nariño —una de las principales zonas cocaleras del país— comentó a InSight Crime, «Toda la economía aquí se basa en la coca; aunque yo no quiera sembrar es lo que me han obligado a sembrar»
«Más que eso (coca) no hay nada», decía un cultivador de la misma población, hablando de fuentes de ingreso alternativas. «Ha habido proyectos pero casi todos han fracasado; la gente siempre vuelve a sembrar»

Análisis de InSight Crime

Autoridades y expertos llevan meses alertando del auge de cultivos de coca en Colombia, así que las nuevas cifras del gobierno estadounidense no generaron mucha sorpresa. Sin embargo, sirven como recordatorio de que los niveles récord de producción de cocaína en Colombia ya se sienten en la dinámica del mercado global de uno de los estupefacientes más populares y lucrativos para el hampa en todo el mundo.
Por ejemplo, Estados Unidos, el mayor mercado mundial para la cocaína, informó hace poco del primer incremento en la oferta y el abuso de cocaína en años, una evolución que la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus iniciales en inglés) asoció con el incremento de la producción en Colombia.
De igual modo, una serie de recientes decomisos de cocaína y arrestos en España indican que Europa, el segundo mayor mercado de la droga en el mundo, también puede estar sintiendo los efectos de la bonanza cocalera en Colombia.
En Latinoamérica, el consumo de cocaína también va en aumento, un fenómeno que se ha visto ligado a aumentos en la producción colombiana de la droga.

Aunque es difícil establecer la precisión de las nuevas cifras del gobierno estadounidense, hay un consenso general de que Colombia está produciendo más coca —y más cocaína— que nunca antes. Y como «alma» del crimen organizado en Latinoamérica, este hecho puede tener impactos profundos en la dinámica criminal en todo el mundo.

No solo el floreciente negocio de la cocaína fomenta las actividades de los grupos criminales en Colombia, incluidos desertores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en proceso de desmovilización, sino que también podría generar mayores ingresos a las organizaciones criminales centroamericanas y mexicanas, que tienen una participación importante en el transporte del alcaloide de Suramérica a Estados Unidos.

El boom de la cocaína en Colombia también puede contribuir al fortalecimiento de grupos criminales de Brasil, principal punto de partida para la cocaína hacia Europa, África y Asia.

Fuente: InsightCrime

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