CCD | Wilmito en la playa, una agencia «bancaria» dentro de una cárcel y un cementerio en otro penal. Si quienes integran el gobierno fueran medianamente serios hace rato le habrían pedido la renuncia a Iris Varela, pero como no lo son seguramente terminarán condecorándola.
Lo que ha venido ocurriendo en las cárceles del país o con algunos penados demuestra porqué la criminalidad no hace sino crecer dentro de Venezuela.
Siempre se dice que las cárceles son lugares donde se debe buscar la reinserción de quien haya cometido un delito en la sociedad, pero evidentemente eso no se puede producir en las cárceles venezolanas bajo el mandato de Iris Varela.
Veamos tres hechos recientes. A mediados de febrero, se conoce la noticia de que a Wilmito le habían dado unos tiros en una playa en Margarita. Algo que le puede ocurrir a cualquier ciudadano en Venezuela, pero Wilmito no es cualquier ciudadano.
Resulta que este personaje era el pran de la cárcel de Ciudad Bolívar y estaba condenado, entre otras cosas, por ser el autor intelectual del asesinato de la hermana de la juez rectora del estado Bolívar. Mataron a la hermana por error, porque los tiros eran para la juez.
Luego surgió la información de que Wilmito gozaba de un régimen especial, pero los que conocen el tema legal aseguran que por el delito que cometió no era acreedor a tal privilegio. Pero Iris se lo concedió.
Unos días después se denuncia la existencia de una agencia bancaria dentro de la cárcel de Tocuyito, en Valencia. No era una agencia real, pero sí un lugar donde los presos pagaban su cuota al pran del penal para poder sobrevivir dentro de él. Iris lo permite.
Como si lo anterior fuera poco, este fin de semana se descubre dentro de la Penitenciaría General de Venezuela un cementerio del que se han recuperado 14 cadáveres. ¿No sabe el ministerio en cuestión cuántos presos hay en cada cárcel? ¿Puede pasar desapercibido que desaparezcan 14 personas? ¿Los familiares no los reclamaron? ¿Pensaron que se habían fugado?
Si quienes integran el gobierno fueran medianamente serios hace rato le habrían pedido la renuncia a Iris Varela, pero como no lo son seguramente terminarán condecorándola. Así estamos.
Fuente: Tal Cual Digital
