CCD | El publicista brasileño Joao Santana acusó al exembajador de Venezuela en Brasil, Maximilien Arvelaiz, de ser “el principal coordinador y garante” de la campaña presidencial de Hugo Chávez en 2012, pagada por la constructora Odebrecht.
“Sobre la campaña de Venezuela, nos pidieron qué hacer”, declaró Santana ante el juez federal Sergio Moro, responsable de la investigación del gigantesco caso de corrupción conocido como Lava Jato, luego de que el publicista decidiera cooperar con la justicia brasileña a cambio de rebajas en la condena. Los videos de esas delaciones fueron divulgados por la Justicia Federal de Paraná el 18 de abril de 2017, que a su vez fueron difundidos por medios brasileños como O Antagonista
De acuerdo con el publicista, el embajador Arvelaiz “tuvo mucho contacto con el Partido de los Trabajadores (PT) al igual que con las empresas brasileñas que trabajan en Venezuela”. Agregó que funcionaba como “una interfase entre un agente público de Venezuela y personas integrantes del PT. Una especie de soporte político”.
El testimonio confirma los informes diplomáticos de Arvelaiz que fueron publicados el año pasado, en el que el diplomático dice que Lula se comprometió personalmente a reelegir a Chávez y establecería Brasil como una “campaña de mando” con José Dirceu.
“Una derrota de Chávez en 2012 sería igual o peor que la caída del muro de Berlín”, dijo Lula, según el informe del entonces embajador.
La esposa y socia de Santana, Mónica Moura, también declaró ante la justicia brasileña que las campañas electorales en Venezuela así como también en Panamá, Angola y El Salvador fueron pagadas por Odebrecht. Igualmente, confirmó la campaña de la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se financiaron de manera ilegal en 2010 y 2014. “No hay ningún publicista que haga campaña en Brasil sin recibir dinero no declarado”, confesó Moura.
Hasta la fecha, se han presentado 950 declaraciones sobre la trama Odebrecht ante el juez Moro, de las cuales 200 permanecen en secreto. Muchas de ellas están relacionadas con financiamiento a campañas en países donde operaban las empresas brasileñas.
Fuente: O Antagonista vía Runrunes