CCD | En la cuestionada operación de los Pdvsa 2022, calificados por la oposición como “bonos de hambre y de sangre”, participaron actores distintos a la intermediaria Dinosaur Group. Otro venezolano y un fondo buitre estarían involucrados, de acuerdo a operadores del mercado.La firma Dinosaur Securities Group no sería la única en haber participado en la reciente venta de los bonos Pdvsa 2022 que se encontraban en la cartera de inversiones del Banco Central de Venezuela (BCV) y que llegó a manos del banco de inversión Goldman Sachs.
Además de Javier Pérez-Santalla, miembro de la intermediaria Dinosaur, otro venezolano estaría involucrado, así como el conocido fondo buitre Fintech Advisory.
Los llamados “bonos de hambre y de sangre” fueron calificados así por varios analistas y diputados de oposición, al denunciar que los recursos obtenidos por el BCV en la operación serían utilizados para pagar deuda externa en lugar de comprar medicinas y alimentos en una economía que sufre de escasez generalizada, y para la adquisición de material antidisturbios para reprimir las manifestaciones en contra del gobierno de Nicolás Maduro que ya llevan dos meses.
La transacción entre Goldman Sachs y el BCV involucró a Dinosaur como intermediario, lo cual fue corroborado por el banco de inversión en un comunicado al señalar que “los bonos se compraron en el mercado secundario y no adquiridos directamente a Venezuela”.
De acuerdo a fuentes del mercado, Dinosaur es una firma con poco músculo financiero como para llevar ella sola la operación. “De hecho, es tan pequeña que Finra la multó en el año 2012 por no contar con el capital mínimo necesario para operar de 250.000 dólares”, indicó Russell Dallen, directivo del fondo de inversión Venezuela Fund.
Finra es la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera, la mayor entidad reguladora independiente para todas las casas de corretaje y empresas de valores que desarrollan actividades en los Estados Unidos.
Dinosaur fue creada en el año 2000 y además de Pérez-Santalla como gerente senior, son miembros de la directiva: Glen Grossman en la presidencia, Tom Grossman como vicepresidente, Paul Becker como director y Arthur B. Whitcomb Jr. como Director General de Banca de Inversión. Su sede principal se encuentra en la ciudad de New York, EEUU, de acuerdo a la información empresarial recabada por la agencia Bloomberg.
Con la venta de 2.800 millones de dólares del valor de los bonos, el Banco Central aceptó 865 millones de dólares, lo que significó un descuento de 69%.
Otro operador explica que un cliente venezolano (aún por identificar) de la inversora Commonwealth colocó una orden de compra por los bonos de Pdvsa con vencimiento en 2022 a 29% de su valor. Acto seguido Commonwealth que es la firma con los recursos necesarios para ello, hizo la negociación por estos papeles que estaban en la cartera de inversiones del BCV al mismo precio de 29%.
“Luego Conmonwealth ordenó a su custodio Dinosaur Group vender los papeles, haciendo las veces de bróker y ejecuta la orden al negociar con Goldman Sachs a 69% del valor de los Pdvsa 2022. Se generó entonces una utilidad de 2%, es decir, de 56 millones de dólares”, dijo la fuente consultada que pidió mantener su nombre en reserva.
Debido al uso de un intermediario, que para muchos analistas, era innecesario, la Asamblea Nacional venezolana acordó solicitar al Congreso de Estados Unidos abrir una investigación a Goldman Sachs y Dinosaur Group.
– Dos depósitos –
Otro dato que llama la atención, señala Russell Dallen, es que el monto recibido por el BCV no ingresó en su totalidad a las reservas internacionales. “El dinero no entró en reservas del Banco Central de Venezuela en un solo pago, sino por lo menos en dos días distintos, lo cual sugiere que puede haber más de un comprador o más de una cuenta“.
Dallen recordó que de acuerdo a una información de la agencia Reuters, durante el mes de abril el BCV cedió a Fintech Advisory (un conocido fondo buitre), en una operación de recompra, bonos de Pdvsa 2022 por 1.300 millones de dólares a cambio de un préstamo y a un valor de 23%.
“El problema es que la emisión inicial fue por 3.000 millones de dólares. Así que, o al menos una de las historias es incorrecta o Goldman compró parte de los 2.800 millones de dólares de Pdvsa 2022 a Fintech”, indicó.
La opacidad de esta operación es lo que ha llevado a los parlamentarios venezolanos a exigir a EEUU una investigación, así como información al presidente del ente emisor Ricardo Sanguino.
Ya el Departamento de Estado norteamericano dijo el martes que observa “altamente problemática” esta operación. “Hay preocupación en las mentes de todos los que están mirando para realizar este tipo de compras de deuda hoy, es altamente problemática”, dijo uno de sus funcionarios.
Fuente: El Estímulo