CCD | Tras 90 días de protestas contra el presidente Nicolás Maduro, son múltiples las evidencias de las brutalidades cometidas por agentes de la Guardia Nacional Bolivariana que comprometen al antiguo comandante general de ese cuerpo, el general Antonio Benavides Torres, que será citado “en condición de imputado” por la Fiscalía General de la República. (Gráfica: Maduro condecoró con la cruz de la Guardia de Honor Presidencial en su primera clase a Antonio Benavides Torres este sábado).
Es casi un bucle, repitiéndose ineludiblemente en las 13 semanas de manifestaciones opositoras que buscan presionar la salida de Nicolás Maduro de la presidencia. Un guion: la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llama a marchar, los cuerpos de seguridad del Estado reprimen y las movilizaciones casi nunca llegan a su destino.
Es la misma escena con los mismos actores, convocatoria tras convocatoria. Pero hay algo que es público, notorio y comunicacional: las actuaciones de la militarizada Guardia Nacional. Grabaciones de video y fotografías dan muestras de las atrocidades –calificadas así por el propio ministro de la Defensa, Vladimir Padrino
“No quiero ver a un GNB cometiendo una atrocidad en la calle. El que se aparte de la línea del Estado, de la preeminencia de los Derechos Humanos, y que se comporte no como un profesional, tiene que asumir su responsabilidad”, sostuvo el ministro, aunque hace una semana había felicitado a la Fuerza Armada Nacional por su “extraordinario papel en la preservación de la paz” los últimos días.
La advertencia del ministro ratifica las denuncias que desde hace dos meses hacen manifestantes, políticos de oposición y ONG sobre la actuación de militares. Los uniformados, según testigos, se valen de todo para hacer frente a los civiles: escudos, bombas lacrimógenas, perdigones “aliñados” con balines, potentes chorros de agua. Videos publicados dan cuenta de que los agentes roban como vulgares ladrones a manifestantes que están a punto de desmayarse por los gases tóxicos.
Pero el rosario de atrocidades no queda allí. Las denuncias además implican a los militares con el uso de armas de fuego en las manifestaciones. También está evidenciado cómo disparan objetos contundentes al cuerpo de los manifestantes, el lanzamiento de lacrimógenas en espacios cerrados, la vandalización de vehículos, la negativa de la libertad de civiles ordenados por tribunales y el asalto a conjuntos residenciales y universidades sin aval judicial. El asesinato de David Vallenilla a balazos y del estudiante universitario Juan Pernalete en manos de un GNB, según reconoció la Fiscalía, reveló la gravedad de cómo este cuerpo actúa contra civiles en las calles.
El Estímulo recopiló varios videos que constatan la gravedad del mea culpa hecho por Padrino López y que motivó la destitución de Benavides Torres como comandante general de la GNB.
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Fuente: El Estímulo