CCD | Una célula de al menos 12 miembros, dos comandos y un líder. Conforme avanza una investigación que los Mossos d’Esquadra realizan bajo la presión del tiempo, toma forma el esquema de los atentados de Barcelona y Cambrils que, hasta el momento han dejado 14 muertos y 130 heridos en el peor atentado sufrido en Cataluña desde Hipercor y el primero de carácter yihadista en España desde el 11-M. Estas son las claves de las 72 horas que devolvieron el terror a las calles.
LÍDER Y ‘RADICALIZADOR’
La principal tesis apunta a que los ataques se planificaron en la casa de Alcanar (Tarragona) y que los terroristas se dividieron para golpear en dos sitios con horas de diferencia. La misma teoría apunta a que todo cuajó gracias a un reclutador del Estado islámico (IS) que radicalizó en poco tiempo a un grupo de jóvenes reconvertidos en terroristas. El menor de los identificados tiene 17 años y el mayor, 34. Un papel que los Mossos investigan si lo ocupaba Abdelbaki Es Satty, el imam de Ripoll (Gerona), desaparecido y cuyos restos se estudia si son de una de las dos personas muertas en la explosión de la casa de Alcanar. Una de las primas del único miembro de la célula que se da por fugado -Younes Abauyaaqoub, señalado como autor de la matanza de La Rambla– señaló ayer al imam, de 45 años, como el responsable de su radicalización. El religioso guarda relación con implicados en la red de apoyo a los autores de los atentados del 11-M.
UNA EXPLOSIÓN ACELERA TODO
Una casa deshabitada en la urbanización Montecarlo de Alcanar -una localidad de 9.500 habitantes en la frontera entre Cataluña y la Comunidad Valenciana– fue convertida durante meses por los miembros de la célula del IS en lugar de encuentro, residencia y almacén de explosivos. En ella planifican «durante meses» atentados en Barcelona con bombonas de gas butano y explosivos -en la casa se ha encontrado 105 bombonas, acetileno, pólvora y otras sustancias usadas en artefactos caseros del IS- para provocar «cientos de muertos», según fuentes antiterroristas. Unos planes que se ven frustrados por una explosión accidental por acumulación de gas butano, a las 23.17 horas del pasado miércoles. La casa se volatiliza y, al menos, mueren dos de los ocupantes -aún por identificar- y otro resulta herido. Es Mohamed Houli. Sin explosivos, el resto de la célula activa un plan B «a la desesperada» y «rudimentario», según explicó el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero. A última hora del sábado, los Mossos informaron de que investigan la identidad de un tercer terrorista entre los restos biológicos hallados entre los escombros.
OBJETIVO: LA RAMBLA
Eligen La Rambla de Barcelona y otro lugar de alta afluencia -escogen la zona de ocio nocturno de Cambrils, se desconoce si de forma espontánea- para arrollar con vehículos a ciudadanos inocentes. El jueves, a las 16.50 horas, uno de ellos -la principal hipótesis apunta a Abauyaaqoub- inicia el ataque. Invade la zona peatonal de La Rambla cerca de plaza de Cataluña y recorre más de medio kilómetro arrollando a decenas de personas. Deja tras de sí un reguero de cadáveres y heridos y una ciudad sumida en el caos y el desconcierto. Al abandonar a la carrera la furgoneta, marca Fiat, deja tras de sí dos elementos clave. Se trata del pasaporte de Driss Oukabir -28 años, detenido en Ripoll (Gerona) poco después- y algo aún más importante y que permite vincular por primera vez el atentado con la casa de Alcanar: documentos con el nombre de Mohamed Houli, el herido en la casa hecha cascotes.
HERMANOS YIHADISTAS
Durante las primeras horas, a los Mossos d’Esquadra se les multiplican los frentes. Uno de ellos pasa por obtener todos los datos posibles de la decena de personas que se encontraban puntualmente en la casa de Alcanar. Otro, tirar del hilo que permite la documentación de Oukabir. Arrestado en Ripoll fruto de la operación jaula -y no tras entregarse de forma voluntaria, como se sostuvo- su nombre aparece ligado inmediatamente a uno de los protagonistas de los atentados, su hermano menor Moussa Oukabir, con el que hasta hacía al menos una semana convivía en la misma vivienda. En la misma localidad, además de Driss, se detiene a otras dos personas, Sahl E., de 34 años; y Mohamed Alla, de 27.
Según el relato de Driss, su hermano -17 años- le robó el pasaporte. El documento, según comprobaron los investigadores, se utilizó para alquilar la furgoneta empleada como arma en la Rambla y una segunda, de la misma marca y modelo. Se difunde la matrícula del segundo vehículo entre todas las unidades policiales hasta que a las pocas horas es localizada en Vic (Barcelona). No se detiene a nadie en la zona y hasta el momento se desconoce quiénes la condujeron.
Las pesquisas también llevan hasta la empresa de alquiler de vehículos donde se las entregaron, en Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona). Con un dato que inquieta a los Mossos: hay una tercera furgoneta vinculada a los mismos clientes. No son los únicos vehículos que usan durante los ataques.
El rostro adolescente de Moussa Oukabir empieza a difundirse a través de los medios y las redes sociales desde el viernes a primera hora. Las primeras informaciones le sitúan como el posible autor material de la matanza en La Rambla y se le da como fugado. Una teoría que pierde peso con el paso de las horas -el viernes por la noche es casi descartada por el Mayor de los Mossos- por un motivo de peso: el menor de edad forma parte de un segundo comando que, el mismo jueves, intentó repetir otra masacre.
ATAQUE EN CAMBRILS
Madrugada del jueves al viernes, 1.10 horas. Tras un día protagonizado por el caos tras la matanza en La Rambla, de nuevo vuelven a saltar todas las alarmas. Esta vez en el paseo marítimo de Cambrils (Tarragona), donde se encuentran varios locales de ocio nocturno donde la afluencia está asegurada. Ahí aparece un Audi A3 en el que viajan cinco hombres. Se trata de un segundo comando que intenta imitar el ataque que ha convulsionado a Barcelona y ha dejado, a esas horas, 13 muertes confirmadas y más de un centenar de heridos. Una patrulla de los Mossos activada a raíz del atentado de Barcelona evita que la tragedia sea de las mismas dimensiones.
El coche arrolla primero a la patrulla de seguridad ciudadana y a varios peatones que están en la entrada del Club Nàutic. La velocidad a la que viaja el coche provoca que vuelque cuando alcanza la acera. Los ocupantes salen armados con cuchillos y con cinturones explosivos simulados. El ataque del grupo prácticamente finaliza ahí. Un solo agente de los Mossos dispara con un arma larga y acaba con la vida de cuatro de ellos. El quinto huye a la carrera por el paseo y apuñala en la cara a varias personas. Cuando ha recorrido apenas cien metros, otro agente de los Mossos de paisano le dispara en varias ocasiones. Antes de caer frente al coche, acierta a gritar consignas -inaudibles en el vídeo publicado por medios de comunicación- y hace un gesto significativo: alza el dedo indice al cielo. Un signo que el Estado Islámico ha convertido en marca de sus vídeos propagandísticos.
La identificación de los cinco terroristas es lenta. Hasta el viernes no se pone de forma oficial nombre y apellidos a tres de ellos. Se trata de Said Alla, de 19 años; Mohamed Hychami, de 24; y uno de los hombres más buscados desde el atentado de La Rambla: Moussa Oukabir.
Su presencia en el comando de Cambrils obliga a variar una de las teorías iniciales. Él no puede ser el autor material del atentado en Barcelona. Los 120 kilómetros que median entre Barcelona y Cambrils lo hacen extremadamente complicado.
Las miradas se centran a partir de entonces en otro nombre y otro rostro que se difunde entre fuerzas policiales: Younes Abauyaaqoub, desde entonces la personas más buscada en Europa. Los Mossos d’Esquadra también encuentran tras la operación la tercera furgoneta alquilada estacionada en Cambrils. Por el momento se ignora para qué la utilizaron. Otra de las hipótesis apunta a la colaboración de otras personas. El consejero catalán de Interior, Joaquim Forn, admitió ayer que los Mossos buscan a «dos o tres personas» vinculadas con los atentados. Entre ellos, el presunto autor de la matanza de Barcelona.
CRUCE DE NOMBRES
Con la lista de identificados y abatidos, el círculo se cierra sobre un grupo con vínculos directos. En varios casos, familiares. El presunto autor del atentado en La Rambla es primo de otro de los terroristas caídos en Cambrils, El Houssaine Abouyaaqoub, de sólo 19 años. El quinto identificado en el atentado en la localidad costera formó comando con un hermano: son Mohamed Hychami y su hermano Omar, de 21 años. Otro de los fallecidos es familiar de un detenido en Ripoll: Said Alla, hermano de Mohamed. Los documentos de este último fueron utilizados para alquilar el Audi A3 utilizado en el ataque de Cambrils. Otro detalle evidencia la cercanía del grupo y la importancia que tiene en la investigación la localidad de Ripoll. Los hermanos Oukabir y los Alla vivieron durante mucho tiempo en el mismo edificio de la localidad.
Ahí los captó, presuntamente, un imam radical convertido en la pieza que, por el momento, encaja el rompecabezas con el trabajan los Mossos d’Esquadra en el que supone el mayor desafío de su historia.
Fuente: El Mundo
