CCD El pasado 13 de septiembre salió a relucir el nombre de Gustavo Velásquez como el experto en negociación que la Mesa de la Unidad Democrática sumó al proceso de diálogo que llevaba en ese momento con el Gobierno. No es quizás de los más conocidos, pero para este 1 y 2 de diciembre, fechas en la que se realizará el primer encuentro de la negociación entre el Gobierno y la oposición, tiene un rol importante y fundamental: ser uno de los negociadores de los planteamientos que lleva la delegación opositora.
Velásquez tiene estudios en negociación en la escuela Kennedy de la Universidad de Harvard. En Venezuela es parte de los abogados del dirigente político Leopoldo López; y es hijo del expresidente venezolano Ramon J. Velásquez.
En entrevista exclusiva con El Pitazo, el experto en negociación dio a conocer que no hay garantías de que el régimen vaya a cumplir sus acuerdos, que es quizás lo más complicado del proceso de negociación, pero que eso no impide que, igualmente, la oposición se siente a buscar salidas factibles a la crisis política, económica y social que atraviesa el país.
¿Cómo llegó a formar parte de esta delegación que va a participar en la negociación de República Dominicana?
Yo formo parte de Voluntad Popular y también soy abogado de Leopoldo López. Siempre, tras bastidores, he estado dando opiniones y asesorando en el tema, hasta que en VP me pidieron que asesorara más directamente este proceso, que contribuyera no solo con mi formación política, sino también con el punto de vista metodológico.
Este proceso tiene una diferencia con los anteriores, porque la preparación que se ha hecho: el rol de los negociadores y las reglas del juego para negociar, todo tiende a pensar en una negociación más eficiente.
¿Qué sucede en los procesos de negociación, sobre todo en este?
Que ninguna de las partes confía en la otra. Hay un problema de confianza, y cuando eso sucede es más necesario confiar en las reglas de la negociación. Son necesarias reglas claras.
¿Y cuáles serían esas reglas?
Cómo se discute, cómo se plantean los temas, cómo se llega a compromisos, cómo se generan ideas para resolver los problemas que están planteados, de tal manera que se pueda avanzar en una solución al conflicto. Toda negociación es un proceso y en toda negociación hay unos elementos en común, no son instantes mágicos.
El primero de los elementos en común es el contexto en el que se va a negociar: quiénes van a estar presentes, y se precisa analizar ese entorno en el que uno se va a mover. No es lo mismo negociar en Venezuela que en China o en Estados Unidos; no es lo mismo con cancilleres o sin ellos. Se debe analizar cuáles son las necesidades de las partes y los intereses, para qué están sentadas allí. Las negociaciones a veces se plantean en términos dicotómicos, y si se quedan en ese plano, es muy difícil llegar a soluciones. Allí comienzan a salir los verdaderos temas.
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