CCD La embajadora estadounidense en la ONU, Nikki Haley, dirigirá la reunión informal del Consejo el lunes próximo que discutirá la crisis en Venezuela, y que en su opinión puede empeorar aún más con la declaración de un eventual default de su deuda.
“La comunidad internacional precisa trabajar junta para enfrentar la crisis que se está desarrollando y su impacto humanitario en Venezuela, antes de que empeore y potencialmente se convierta en una amenaza a la paz internacional y la seguridad”, dijo la misión estadounidense en un documento obtenido por la AFP.
Venezuela atraviesa una severa crisis tras protestas contra el régimen de Nicolás Maduro que en abril dejaron más de 100 muertos. A raíz del desplome de los precios del petróleo, fuente de 96% de divisas del país, el gobierno recortó drásticamente las importaciones para evitar el cese de pagos, provocando una severa escasez de alimentos y medicinas.
Venezuela está no obstante al borde de un default por el pago retrasado de un bono de su petrolera PDVSA y busca “reestructurar y refinanciar” su deuda de unos 150.000 millones de dólares.
En los últimos seis meses, más de medio millón de venezolanos se han refugiado en Colombia y países de la región, según el documento estadounidense.
“Los vecinos de Venezuela carecen de los recursos y capacidad para absorber este flujo de gente desplazada y expone a los más vulnerables al tráfico de personas y la explotación sexual”, estima Estados Unidos.
“La economía continúa derrumbándose, y la situación posiblemente solo empeorará, especialmente con el país en riesgo de caer en default de su deuda”, alertó.
Los integrantes del Consejo escucharán a varios oradores, entre ellos el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro, un duro crítico del gobierno de Nicolás Maduro.
Los otros invitados son Zeid Ra’ad al Hussein, comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el abogado Julio Henríquez, coordinador de la ONG Foro Penal, así como Joseph Donnelly, de la organización católica Caritas International.
Estados Unidos quería asimismo invitar al Grupo de Lima a la reunión, integrado por 12 países latinoamericanos y Canadá que han urgido al jefe de la ONU y al sistema de Naciones Unidas a atender la crisis venezolana. Pero éste finalmente decidió que sería “contraproducente” participar, dijo un diplomático sudamericano que pidió el anonimato.
Haley ha pedido al Consejo que se centre en Venezuela tras una reunión a puertas cerradas sobre la crisis en mayo pasado.
Hasta ahora, el Consejo sostiene que las organizaciones regionales son las más indicadas para intentar resolver el tema.