La Asociación Civil Convite X la Salud emitió esta semana su tercer boletín dentro del proyecto: «Monitoreo del Derecho a la Salud: una aproximación desde el abastecimiento de medicinas, las muertes prevenibles y la infraestructura hospitalaria», correspondiente con septiembre y octubre.
Convite hizo cuatro mediciones relacionadas con tratamientos para hipertensión, diabetes, diarrea e infecciones respiratorias. Concluyó que el Índice de Escasez de Medicamentos (IEM) para estas afecciones oscila entre 75,6 y 95,6%. La morbilidad se ubicó en los mismos porcentajes. La enfermedad con menos tratamiento fue la diabetes.
Entre septiembre y octubre se redujo la oferta de medicamentos contra las infecciones respiratorias. Mientras, mejoró un poco el abastecimiento de medicamentos contra la hipertensión. En este punto también hay que tomar en cuenta que la importación de fármacos ha paliado la escasez, pero a precios casi impagables, por la que la reducción de la escasez en este renglón ha sido insuficiente.
El punto medio fueron los medicamentos para tratar diarrea y diabetes, que se mantuvieron en la misma tendencia de escasez.
Detalle en cuatro ciudades
El estudio concluye que solo 1 de cada 10 de los pacientes con infecciones respiratorias puede acceder a antibióticos en el Área Metropolitana de Caracas. En cuanto a los pacientes de diarrea, casi ninguno puede acceder a tratamientos puesto que su escasez oscila en 99%.
En Barquisimeto también se redujo un poco la escasez de medicamentos contra la hipertensión, aunque de forma insuficiente, pues Convite estima que solo dos de cada 10 pacientes pudieron obtener las medicinas.
Los fármacos requeridos para la diabetes y diarrea repuntan en carestía.
En cuanto a las infecciones respiratorias, Convite calculó que escasean 9 de 13 principios activos requeridos en los límites barquisimetanos.
La situación mejora un poco para los enfermos en Maracaibo: tres de cada 10 diabéticos lograron conseguir tratamientos, índice bajo para ser un estado fronterizo. La escasez de antihipertensivos es inferior, en solo un 50%, aunque también es un porcentaje alarmante.
La escasez de antidiarreicos también presenta una escasez inferior en el resto del país, en 78%.
En Mérida el desabastecimiento de antihipertensivos va bajando, aunque los medicamentos contra la diabetes siguen desaparecidos. Los antidiarreicos y medicinas contra infecciones respiratorias se mantienen en 90 y 80%, respectivamente.
Porlamar fue la ciudad con el peor panorama sanitario en las cuatro enfermedades, con porcentajes entre 90 y 97 % de carestía.