CCD | En Venezuela, la Fuerza Armada Nacional, que no debe estar al servicio de ninguna parcialidad política, se ha ido convirtiendo en una especie de partido militar que actúa abiertamente y se involucra en el debate político favoreciendo siempre el patrón del partido único, líder único y pensamiento único, al margen de la Constitución.
Así comienza el capítulo El partido militar y las redes del Capitán del libro El Gran Saqueo de Carlos Tablante y Marcos Tarre publicado en 2015.
Sostienen los autores que una élite de la Fuerza Armada Nacional se ha convertido en una especie de partido militar. Esta estructura política castrense está dirigida desde los poderes públicos, por la vía de oficiales activos.
Ministerios, vicepresidencias, direcciones generales, gobernaciones e institutos están bajo control militar. Algunos sectores estratégicos han permanecido por más de una década dirigidos por miembros activos o ex integrantes de la FAN como los ministerios de salud, alimentación, energía eléctrica, industrias básicas, economía y finanzas y seguridad ciudadana, además de las competencias que ejercen por su naturaleza como lo es la defensa de la integridad territorial, es decir, el control exclusivo de las armas, de las vías terrestres, el espacio aéreo y marítimo y las fronteras y aduanas del país.
En el campo de las finanzas públicas, el militarismo impuesto como doctrina política, se ha apoderado de las instituciones financieras, de las políticas de recaudación de impuestos, del diseño y ejecución de los presupuestos públicos, de las tesorerías de ministerios, de las compras y adquisiciones del sector público en todos los niveles de la administación y hasta de las importaciones públicas y privadas, como es el caso del poder que ostenta el Mayor General Giuseppe Yofreda, al frente de la Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Corpovex).
La casta militar tiene bajo su mando el manejo de los fondos públicos, como la Oficina Nacional del Tesoro, la Banca Pública, la Superintendencia de Bancos, Cadivi-Cencoex y el Seniat.
En un excelente trabajo de «minería de datos» en el Registro Nacional de Contratistas, y luego de analizar 450.000 archivos, el portal ArmandoInfo publicó la lista de todos los contratistas y proveedores de la FAN, poniendo en evidencia cómo decenas de ellos son también militares activos y jubilados, la casta económico-militar que sostiene al régimen de Maduro.
Por cierto, en el listado aparece el nombre del capitán Adrián José Velásquez Figueroa, esposo de la ex Tesorera Nacional, la mayor Claudia Díaz Guillén (en la gráfica)
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Se trata de los nuevos «amos del Valle», ahora vestidos de verde oliva, como dice la investigación denominada: El gobierno bolivariano subcontrata a los caudillos de la Fuerza Armada.
Vea la lista completa en ArmandoInfo