CCD Venezuela pierde importancia como productor dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, al pasar del quinto al sexto lugar dentro del ranking del cartel. En el más reciente informe de la OPEP, el país no salió bien parado: de una producción de 2.650.000 barriles diarios en 2015, bajó a 1.955.000 barriles diarios en octubre pasado. Es la primera vez en 28 años que el bombeo se ubica por debajo de los 2.000.000 de b/d.
“Entre 1998 y 2017 la producción venezolana de crudo se redujo en 1.500.000 de barriles diarios”, señaló el experto petrolero Luis Oliveros, quien considera que esa reducción no convierte a Venezuela en un productor marginal, pero le resta influencia en las decisiones de la OPEP, sobre todo, porque no puede recuperar a corto plazo la capacidad de producción de 3,4 millones de barriles diarios que tenía en 1998.
Oliveros indicó que mientras las empresas estatales petroleras de los países OPEP acometieron programas de expansión, Petróleos de Venezuela redujo sus inversiones y actividades al alejarse de la capacidad que tenía a finales de la década de los 90. En ese entonces, Irán experimentaba una franca caída de su explotación petrolera y por ello tenía una posición similar a la de Venezuela actual, de que la OPEP redujera mucho más su producción para incrementar los precios impactados por la sobreoferta de 2 millones de barriles diarios.
El país del Golfo ejecutó inversiones para aumentar su capacidad de explotación de hidrocarburos a 4 millones de barriles diarios, mientras el gobierno de Irak, entre 1999 y 2000, fue objeto de sanciones políticas internacionales que le imponían producir 2,4 millones de barriles diarios.
Después de la caída de Saddam Hussein en 2003, Irak acometió un plan de expansión del bombeo de crudo de 3 millones a 5 millones de barriles diarios.
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